ESNOTICIA
Colas en Sants y El Prat para salir
La mayoría son turistas que quieren agilizar el regreso a su país || En Igualada se prevé que crezca la cifra de muertos, piden ayuda asistencial y no está previsto levantar el confinamiento
Los principales nudos de transporte en Catalunya, la estación ferroviaria de Sants y el aeropuerto de Barcelona-El Prat, desarrollaron ayer su actividad en un ambiente de normalidad, aunque se vieron colas de viajeros que intentaban cambiar billetes para salir ayer mismo.
En el aeropuerto de El Prat, la tranquilidad fue la nota dominante durante toda la jornada, pese a las colas de unas 60 o 70 personas que se vieron ante los mostradores de atención al público de Vueling e Iberia, en la terminal T-1. La mayoría de las personas que hacían cola eran viajeros extranjeros, muchos turistas, que acudieron al aeropuerto para intentar agilizar la salida hacia sus países de origen.
Muchos viajeros se mostraron resignados ante la eventualidad de tener que realizar largas conexiones para poder llegar a sus destinos. En los espacios del aeropuerto eran muchos los ciudadanos que utilizaban mascarillas, más de los que se pueden encontrar estos días por la calle.
Fuentes del aeropuerto apuntaron que los acontecimientos en torno a la gestión de la crisis del coronavirus están provocando que las aerolíneas reconfiguren permanentemente su operativa y reubiquen a los pasajeros.
En la estación de Sants, la afluencia de viajeros fue más o menos la normal en un sábado. Se dio el caso de viajeros que se acercaron a la principal estación ferroviaria de Catalunya para intentar cambiar billetes comprados con anterioridad y adelantar la fecha de salida.
El llamamiento a la ciudadanía a quedarse en casa y los cierres generalizados de comercios, bares y otros locales tuvieron como primera consecuencia la caída del 51 % del número de pasajeros del servicio ferroviario de Rodalies en Catalunya en relación a un sábado normal.
Por otro lado, los contagios por coronavirus siguieron aumentando en Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena y se prevé que crezca la cifra de muertos, por lo que no está previsto levantar de forma inminente el confinamiento. De hecho, profesionales del hospital de Igualada hicieron un llamamiento a médicos e enfermeros porque el centro está saturado. El alcalde, Marc Castells, dijo que el efecto del confinamiento no se empezará a notar hasta dentro de unos 14 días y, dado que Igualada es la población que sufre el “episodio más virulento”.
Además, el coordinador de Cruz Roja Catalumya, Enric Morist, anunció que en estos municipios confinados pondrán en marcha un servicio telefónico las 24 horas para que los ciudadanos más vulnerables y los que utilizan servicios de teleasistencia puedan contactar para resolver dudas y recibir llamadas para hacerles un “acompañamiento emocional”.