EEUU aprueba medidas de choque mientras China reduce los contagios

El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer un paquete de ayudas y fondos destinados a hacer frente a la crisis generada por el coronavirus en el país, después de una larga negociación entre la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el presidente, Donald Trump. En concreto, la ley incluye la pruebas de detección del virus de manera gratuita para todo aquel que no tenga contratado un seguro médico, bajas laborales por enfermedad pagadas durante dos semanas y bajas familiares y médicas de hasta tres meses. También asegura una prestación por desempleo mejorada, que se extenderá a los trabajadores despedidos. Mientras Estados Unidos implementa medidas para hacer frente a la expansión de virus, en China confirmaron que el número de contagiados y sospechosos de transmisión local del virus han entrado en su fase descendente. Según el último balance, 13 personas han muerto en las últimas horas en el país y hubo sólo 11 nuevos infectados. Pese a la tendencia a la baja de nuevos infectados el país asiático recalcó que no se debía bajar la guardia.

Por su parte, en Italia, donde ayer se alcanzó la cifra de 21.157 contagiados y 1.441 fallecidos, diferentes ciudades del sur de Italia denunciaron la llegada de personas desde las regiones norteñas, las más azotadas por la pandemia, pese a la limitación de movimiento impuestas por el Gobierno. Italia trata de contener el foco del virus en el próspero norte, con un sistema hospitalario prácticamente colapsado, y evitar a toda costa que se propague al depauperado sur, donde cuentan con unas infraestructuras mucho más precarias. Para aliviar su confinamiento cientos de italianos salieron a sus balcones a cantar canciones y también se aplaudió a los profesionales de la sanidad. Mientras, en Francia se decretó el cierre de todos los comercios “no esenciales”.