España devuelve 9.000 test chinos que daban resultados erróneos

La gestión de la pandemia se vio ayer sacudida por la polémica en torno a la ineficacia de una partida de 9.000 test rápidos adquirida por el ministerio de Sanidad y que, según la embajada de China en España, fue comprada a una empresa que no contaba con la licencia correspondiente.

Sanidad ha decidido devolver esta partida cuya compra, según justificó, se hizo a una empresa española, verificada como “proveedor de confianza”, con la garantía de que estaban homologados a nivel europeo.

La polémica de los test alimentó la pugna política, que estuvo bien presente en la larga sesión del Congreso que terminó la madrugada del miércoles al jueves con la prórroga del estado de alarma.

El secretario general de PP, Teodoro García Egea, pidió responsabilidades al Gobierno y avisó de que el retraso en esta “compra errónea” supone una “grave irresponsabilidad que pagan los ciudadanos”.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, rechazó tajantemente que vaya a cesar al director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, como exigió ayer Vox.

Mientras, las autoridades sanitarias consideran que se está concretando un cambio de tendencia hacia una fase de estabilización de la pandemia en España, pese al impacto de los datos absolutos que ayer se concretaron en 56.188 contagiados, con 8.578 nuevos casos, 4.089 muertos, con 655 fallecimientos más, y 31.912 hospitalizados, 3.670 de ellos en la UCI.

Los expertos insistieron en que para hablar de forma precisa de cambio de tendencia se deben producir caídas sucesivas, sin picos de sierra, y por ello conceden importancia, pero con muchos matices, al hecho de que ayer se redujera por primera vez el ritmo creciente de muertes, 83 menos que ayer (738), el mismo día en que España superó a China en fallecimientos por coronavirus.