Choque en el Gobierno por el pacto para derogar la reforma laboral y la marcha atrás

El pacto que firmaron el miércoles los grupos parlamentarios del PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu ha abierto una grieta en el Gobierno de coalición. El vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, afirmó ayer que la derogación será total, pues así consta en el acuerdo, algo que compartió la responsable de la cartera de Igualdad, Irene Montero: “Lo firmado está firmado”, aseguró.

Pero la idea del PSOE es bien diferente: la derogación será parcial, es decir, desaparecerán el despido por absentismo o determinadas limitaciones en los convenios colectivos. Es lo que dijo el titular de Transportes, José Luis Ábalos, que justificó el pacto con los abertzales por la actitud “obstruccionista” del PP.

Calviño ve “absurdo y contraproducente” abrir el debate de derogar la reforma laboral

A última hora de la mañana, la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, negó que hubiera ocultación de las negociaciones, incluso una rectificación posterior. Dijo que fue su equipo negociador quien le llevó el pacto con Bildu que ella firmó.

Horas más tarde, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguraba que sería “absurdo y contraproducente” abrir en estos momentos un debate sobre la reforma laboral y garantizó que cualquier eventual modificación se hará de manera dialogada con los agentes sociales.

Todo ello, mientras el líder de Bildu, Arnaldo Otegi, se mostraba indignado por el giro del PSOE y recordaba que el acuerdo está firmado. También se sucedieron las críticas de la oposición. El líder de los populares, Pablo Casado, advirtió de los riesgos que supondría terminar con el modelo laboral que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy. El PP aseguró “colas del hambre” si esto ocurre. Cs, uno de los artífices de que la quinta prórroga del estado de alarma fuera autorizada, reprobó el acuerdo sobre la reforma laboral porque “genera una incertidumbre inmensa” en los ciudadanos. Por su parte, Vox ha abandonado las sesiones de trabajo de la nueva Comisión del Congreso para la Reconstrucción.

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El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, adelantó ayer que la patronal da por suspendido el diálogo social después de que el PSOE y Unidas Podemos haya firmado con EH Bildu la derogación de la reforma laboral y la polémica pposterior.

Garamendi indicó que el diálogo social “está en suspenso” y se preguntó para qué se van a sentar en una mesa “si ya está decidido lo que se va a hacer en la mesa, si el menú del día está preparado”. “Que no sigan contando con nosotros”, afirmó visiblemente enfadado.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, advirtió a la CEOE de que “no va a sacar rédito” de su enfado por el acuerdo porque los sindicatos no irán a la mesa de negociación pensando que hay una deuda con la patronal. “Espero que con la patronal se pueda negociar, pero no creo que restablezcamos la mesa de diálogo hasta finales de mayo o hasta que tengamos solventado el tema de los ERTEs”, explicó. Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, instó a “retomar la agenda para la derogación de la reforma laboral”, que fue interrumpida por la crisis sanitaria, en el marco del diálogo social.