POLÍTICA CATALANA
Iglesias tilda de demócratas a los 'Jordis' pese a la condena
El vicepresidente se declara también dispuesto a negociar con Puigdemont || Dice que a Vox “le gustaría un golpe de Estado”
El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, defendió ayer que el presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez, y el de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, que cumplen condena por su participación en la organización del referéndum del 1 de octubre de 2017, “son unos demócratas que deberían formar parte del debate político” sobre Catalunya. Así lo aseguró durante la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social de España tras el Covid-19, en la que también ha puesto de manifiesto que está dispuesto a dialogar con el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, porque es el líder de una formación “a la que votan muchos españoles”.
Eso sí, ante la petición de liberación de los Jordis planteada por el diputado de Junts, Ferran Bel, el vicepresidente aseguró que “el Gobierno español va a cumplir la ley”, que es la que dictan “los tribunales de justicia”, guste “más” o guste “menos”.
Asimsimo, en esta misma comisión, Iglesias y el diputado de Vox Iván Espinosa de los Monteros protagonizaron un agrio enfrentamiento y tras asegurar el vicepresidente que a Vox le “gustaría un golpe de Estado”, el diputado abandonó la comisión. Además, la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, reiteró ayer sus declaraciones llamando “hijo de terrorista” a Iglesias y que éste anuncie que va a llamar a los abogados como “las folklóricas”. “Esperaremos que lleguen los abogados, no creo que lleguen”, señaló. Sin embargo, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP), admitió que no le gustó la intervención de la portavoz del PP en el Congreso, y reclamó “estar a la altura de las circunstancias”.
Por otra parte La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional retomará el 8 de junio el juicio contra el mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero, acusado de rebelión, la intendente Teresa Laplana, inculpada de sedición, y los exjefes políticos de la policía César Puig y Pere Soler.