Asaltan un piso de migrantes en Premià tras vincularlos con delitos

Atlanta se convirtió este fin de semana en un nuevo foco de las protestas contra la brutalidad policial y el racismo que sacuden EEUU desde hace 20 días, a raíz del caso de Brooks, de 27 años, que murió la noche del viernes por disparos de un policía tras resistirse a ser detenido por conducir ebrio.

Rayshard Brooks falleció en un aparcamiento tras resistirse a ser detenido, forcejear con los dos agentes blancos, quitarles una pistola de descarga eléctrica e intentar huir, según el Buró de Investigación de Georgia (GBI, en inglés).

El suceso, captado en tres vídeos distintos, provocó el sábado la dimisión de la jefa de Policía de esa ciudad sureña, Erika Shields; y el despido del agente blanco que disparó a Brooks, identificado como Garrett Rolfe, así como una baja administrativa para el policía que le acompañaba, Devin Bronsan.

Brooks tenía tres hijas de 1, 2 y 8 años, además de un hijastro de 13, de acuerdo con sus abogados.

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Varias decenas de vecinos de Premià de Mar asaltaron el domingo por la noche un piso ocupado por jóvenes migrantes, a los que trataron de desalojar acusándolos de cometer robos, atracos y un intento de agresión sexual, aunque los Mossos no ven relación por el momento entre la agresión y el asalto. Según fuentes policiales, los hechos ocurrieron cerca de las once de la noche, cuando los Mossos recibieron la alerta de que había una pelea en la céntrica avenida Lluís Companys, en el barrio Can Farrerons, donde varios vecinos lanzaban piedras y otros objetos contra la fachada de una vivienda.

Todo ello derivó en enfrentamientos entre el grupo de asaltantes y las fuerzas policiales, que tras efectuar varias cargas lograron dispersarlos, y en un conflicto también con algunos vecinos contrarios a su acción, se calmó hacia las 01:30 horas de la madrugada.

Los atacantes pretendían expulsar a jóvenes migrantes de un piso que supuestamente estaban ocupando al culparles de haber intentado agredir sexualmente a una mujer el pasado miércoles en un paso subterráneo del municipio cercano al paseo Marítimo.

Tras el incidente, el conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani, afirmó que “nadie se puede tomar la justicia por su mano, nadie puede hacer de policía y de juez, y no podemos normalizar estas situaciones que no son de una sociedad democrática”.

El ayuntamiento de Premià también condenó el asalto y desmintió que se trate de patrullas vecinales “organizadas”, sino que lo atribuyó a la acción de vecinos a título individual.

A pesar de que, según los últimos datos de la Generalitat, la delincuencia ha disminuido un 15,2% en el último año, fuentes municipales aseguraron que a raíz de la desescalada se ha producido “más movimiento” delictivo en la localidad.

Por su parte, el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto una investigación al respecto y ha pedido información “detallada” sobre lo ocurrido.

Los agentes le tiraron al suelo, lo golpearon y lo insultaron, según la entidad. El agredido grabó con el móvil cómo los agentes le decían “negro de mierda, racista es poco” o “tu eres un mono”. Wubi y su familia denunciaron los hechos, que está investigando un juzgado.

El Juzgado de Instrucción 5 de Manresa investiga a seis agentes de Mossos d’Esquadra por un presunto delito de lesiones y contra la integridad moral por estos hechos.

Por su parte, el conseller de Interior, Miquel Buch, y el director de los Mossos d’Esquadra, Pere Ferrer, acordaron “la aplicación inmediata de una medida cautelar de cambio de destinación” a los seis agentes investigados.

El departamento también anunció que Buch y Ferrer comparecerán a petición propia ante el Parlament “para informar sobre las actuaciones y las políticas de no discriminación impulsadas” por los Mossos.