'Nos tuvimos que tragar las lágrimas cuando nos pedían no morir solos'

Los reyes Felipe y Letizia, junto con sus hijas, presidieron ayer en el Palacio Real un emocionado homenaje de recuerdo a las víctimas de Covid-19. En él se evocó a los fallecidos y se alabó la labor de los sanitarios durante los últimos meses de lucha contra el virus, aunque no se hizo en ningún momento una referencia expresa al número concreto y total de muertos por la pandemia.

“No olvidemos nunca la lección aprendida”, pidió ayer a los poderes públicos Aroa López Martín, enfermera jefa de Urgencias del hospital Vall d’Hebrón, en el homenaje de Estado, en una emotiva intervención con la que evocó el duro trabajo de los sanitarios en esta crisis.

López Martín remarcó que quienes estaban detrás de los trajes de protección EPI que utilizaban los profesionales de la sanidad para atender a los enfermos del coronavirus “no eran héroes, eran personas” las cuales han vivido situaciones “que te dañan el alma”.

La enfermera, que no solo habló en nombre de los profesionales sanitarios –52.000 de los cuales se contagiaron por el coronavirus– sino también de quienes trabajaron en “primera línea”, como reponedores, transportistas o policías, lanzó un mensaje a los representantes públicos.

Les pidió “que defiendan la sanidad de todos” y “que recuerden que no hay mejor homenaje a quienes nos dejaron, que velar por nuestra salud y garantizar la dignidad de nuestras profesiones”. Antes, Aroa López afirmó que la experiencia vivida en estos meses “nos marcará para siempre”. “Nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía: No me dejes morir solo”, recordó.

En un acto con representantes de todos los territorios, como el president Quim Torra, el rey pidió superar la crisis con “respeto y entendimiento”.