Suspenden la semilibertad a Turull y Rull pero no a Bassa y Forcadell

La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la exconsellera Dolors Bassa, seguirán en semilibertad después de que el Juzgado de vigilancia penitenciaria número 1 de Catalunya, de quien depende la revisión de la clasificación de las presas, rechazara ayer la petición de la Fiscalía, que horas antes había solicitado la suspensión inmediata del tercer grado tanto de Bassa como de los exconsellers Jordi Turull y Josep Rull. Al contrario que sus compañeras, ambos volverán al segundo grado y no podrán salir de prisión después de que el Juzgado de vigilancia penitenciaria número 5, de quien depende la revisión de la clasificación de los presos de la cárcel de Lledoners, aceptara el recurso del fiscal y dejara sin efecto cautelarmente su semilibertad.

De esta forma, de los nueve presos del procés, los siete hombres, el exvicepresident Oriol Junqueras, los exconsellers Joaquim Forn, Raül Romeva, Rull y Turull y Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, ya no podrán salir de prisión ni para trabajar, a menos que la junta de tratamiento de Lledoners, donde todos cumplen condena, plantee para ellos la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.

El juez encargado de resolver sobre Forcadell y Bassa admitió a trámite el recurso contra su semilibertad pero, al contrario que en el caso de los otros siete, consideró que mientras lo estudia no debe paralizarse la aplicación del tercer grado.

En otro orden de cosas, el Superior de Justicia de Catalunya desestimó los recursos presentados por Josep Maria Jové y Lluís Salvadó contra su procesamiento por los preparativos del 1-O y los dejó a punto de juicio por los delitos de desobediencia, prevaricación, malversación y revelación de secretos.

Por otro lado, el presidente del Parlament, Roger Torrent, y el diputado de ERC en dicha cámara, Ernest Maragall, presentaron ayer en los juzgados de Barcelona una querella contra el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán y la empresa NSO Group por la presunta intercepción de comunicaciones y “espionaje informático” de sus teléfonos móviles a través del programa Pegasus en 2018.