POLÍTICA
Puigdemont rememora su detención en Alemania
"Catalunya no se puede rendir"
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha desvelado que tras ser detenido en Alemania el 25 de marzo de 2018, antes de pasar su primera noche en prisión, escribió a mano en comisaría un mensaje dirigido a los catalanes en que era categórico: "Pase lo que pase, Catalunya no se puede rendir".
Así lo detalla Puigdemont en el segundo volumen de sus memorias, titulado "La lucha en el exilio", del que este sábado publica un avance editorial el periódico El Punt Avui, cuyo director Xevi Xirgo es el autor del libro junto al expresidente catalán.
Tras su salida de Helsinki (Finlandia), el 23 de marzo, donde pronunció una conferencia, Puigdemont y su equipo estuvieron más de 24 horas seguidas conduciendo de forma ininterrumpida y, tras cambiar de coche en Estocolmo y pasar por Malmoe (Suecia), entraron a Dinamarca por Kolding y de allí cruzaron hasta a Alemania, donde finalmente fueron detenidos poco después de entrar en una autopista en municipio de Schuby.
Puigdemont detalla en sus memorias que los policías alemanes no le leyeron sus derechos ni le abrieron ninguna ficha policial, que parecían "incómodos" con su arresto y que, antes de que le dijeran que tendría que pasar la noche en prisión, a la espera de que le interrogara la juez, pidió en comisaría papel y bolígrafo para escribir un mensaje dirigido a los catalanes.
"El único culpable de esta anomalía democrática que lleva a cárceles, exilio y detenciones de legítimos representantes escogidos democráticamente es un Estado español cada vez más autoritario", escribió Puigdemont que sentenció: "Pase lo que pase, Catalunya no se puede rendir. Bajo ningún concepto, tampoco el de la represión y el uso de la violencia policial extrema".
Puigdemont se guardó el escrito en el bolsillo y poco después un policía le comunicó que tendría que pasar la noche en la cárcel de Neumunster, hasta que al día siguiente le interrogase la juez.
Relata el expresidente que vivió aquellas horas como si fuera una película y no le estuviese ocurriendo a él: le hicieron desnudar y le dieron la misma ropa de color verde que al resto de presos: "es como un uniforme de color verde", una "ropa barata y fea, muy usada pero confortable", escribió esa noche, también de su puño y letra, ya en la celda "individual, sencilla y estándar" en que estuvo.
Al día siguiente, tras declarar ante la juez, ésta acordó mantenerle en prisión provisional hasta que la audiencia territorial de Schleswig resolviera sobre su extradición a España. "Quiero que sepa -asegura Puigdemont que le dijo la juez- que es una decisión muy provisional".
Al regresar a la cárcel, en que estuvo doce días hasta que quedó en libertad provisional, un funcionario le dijo a Puigdemont, según su versión: "Que sepa que estoy pasando mucha vergüenza. Usted no tendría que estar aquí. Y si mi gobierno me pidiera su opinión, cosa que no hará, les diría que usted tiene que irse hacia Bélgica", como finalmente ocurrió.