?PROCÉS? NEGOCIACIÓN
Budó alerta de que la vía dialogada peligrará si Torra acaba inhabilitado
Moncloa da por hecho que el Supremo confirmará la condena del president y atisba elecciones || Cs apuesta ahora por una nueva investidura para evitar la “parálisis”
La portavoz del Govern, Meritxell Budó, advirtió ayer de que el futuro de la mesa de diálogo entre Catalunya y España peligra si el Tribunal Supremo acaba por confirmar la condena de inhabilitación que pende sobre el president de la Generalitat, Quim Torra, por no haber retirado los lazos amarillos de los edificios del Govern antes del periodo electoral de las generales del 28 de abril del año pasado. Mientras cinco magistrados del alto tribunal continúan deliberando sobre si avalan o no el fallo dictado por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), la también consellera de Presidencia arremetió contra la vicepresidenta primera del Gobierno central, Carmen Calvo, que hace unos días apostó por excluir a Torra de la mesa en caso de que sea inhabilitado. Budó, a este respecto, subrayó que los representantes de la parte catalana los designa la Generalitat.
Y es que en La Moncloa ya dan por hecho que el Supremo confirmará la condena del president. Así lo manifestó ayer mismo el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que dijo que “prevén elecciones, que es lo que dicta el sentido común, porque nadie está por encima de la ley”. El también secretario de Organización del PSC añadió que hubiera preferido que convocara los comicios Torra, pero que si no lo hace hay mecanismos alternativos para llamar a las urnas. Pese a ello, la portavoz del Ejecutivo central, María Jesús Montero, insistió en que están dispuestos a convocar la segunda reunión de la mesa, aunque apuntó que, primero, se han de poner de acuerdo los socios en la Generalitat. En paralelo, la CUP insistió en la necesidad de que el independentismo acuerde una fecha para las elecciones. Por el contrario, Ciudadanos se desmarcó de esta posibilidad y apostó por presentar un candidato a una eventual sesión de investidura para evitar meses de “parálisis” en la administración catalana. Todo ello, mientras sigue el debate sobre la reforma del delito de sedición. Montero se comprometió ayer a continuar adelante con ella, pero no detalló plazos. Desde Cs, manifestaron su rechazo porque, a su entender, se hace pensando en los líderes independentistas encarcelados. Budó, en cambio, dijo que hay que derogar el delito de sedición y aprobar una amnistía para los presos, y el expresident Artur Mas admitió que la reforma de la sedición es “mejor que nada”. “Pienso que ERC defiende lo que yo defendía hace años”, añadió.