El soberanismo carga contra el rey y llama a rehacer la unidad como en la huelga del 3-O

Los partidos y entidades independentistas conmemoraron ayer el tercer aniversario de la huelga general del 3 de octubre de 2017, que siguió al referéndum del 1-O y que supuso uno de los momentos álgidos en el enfrentamiento abierto entre la Generalitat y la Moncloa. Las críticas a Felipe VI, que pronunció ese día un discurso que desde el independentismo se consideró un aval a que el Gobierno español aplicara el 155, y los llamamientos a la unidad fueron dos de las consignas repetidas en los actos organizados en toda Catalunya para conmemorar la efeméride.

Las críticas a la monarquía con motivo del 3-O llegaron cuando se cumplían dos meses de la marcha de España de Juan Carlos I, el 3 de agosto. Por su parte, los llamamientos a la acción y a la unidad del soberanismo tuvieron como telón de fondo las próximas elecciones al Parlament, el 14 de febrero.

Los independentistas piden unidad pese a los choques entre JxCat y ERC y con la vista puesta ya en las urnas

Carles Puigdemont, que hace tres años presidía la Generalitat, manifestó desde Bélgica que “hay un golpe de estado en marcha desde hace mucho tiempo y el rey español está al frente”. Por su parte, Oriol Junqueras, por aquel entonces vicepresident, abogó por un 3 de octubre “permanente” en alusión a las moviliaciones de 2017. Desde la cárcel de Lledoners, dijo que hay que volver a construir las mayorías que permitieron la huelga general. En paralelo, desde Lleida, la secretaria general adjunta de ERC, la leridana Marta Vilalta, aseguró que para que su formación negocie los presupuestos del Estado, el Gobierno central debe “dar pasos adelante para solucionar el conflicto” . Detalló que alguno de estos pasos podrían ser “una ley de amnistía para los presos políticos y los miles de represaliados y acordar un referéndum de autodeterminación”.

Por su parte, Òmnium puso en marcha una campaña para “borrar el rastro de la monarquía en los Països Catalans”. Promoverá la retirada de nombres vinculados con la Corona de las calles, así como de medallas y estatuas. El vicepresidente de la entidad, Marcel Mauri, lamentó, además, que el rey no haya pedido perdón por el “lamentable” discurso del 3-O. Unas 200 personas rodearon el TSJC para recordar la efeméride y un grupo de manifestantes colocó en la Plaça Urquinaona de Barcelona una guillotina con una cabeza de cerdo con la cara de Felipe VI. A esta movilización acudió el diputado de la CUP en el Parlament Carles Riera, quien dijo que su formación irá a las elecciones catalanas “con toda la ilusión y todo el empuje para iniciar un nuevo ciclo político”.