EUROPA ORIENTAL CONFLICTO
El alto el fuego en Nagorno Karabaj salta por los aires
Azerbaiyanos y armenios se acusan mutuamente de violar el acuerdo || Ambos contendientes denuncian decenas de muertos
Las autoridades de Armenia y de Azerbaiyán se acusaron mutuamente ayer de estar incumpliendo el alto el fuego acordado con la mediación de Rusia para la región de Nagorno Karabaj, cuya soberanía se disputan ambos países desde hace décadas.
El ministerio de Defensa de Azerbaiyán aseguró que está respondiendo a los ataques de Armenia al este y al sur de la región en disputa.
El portavoz presidencial de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, Varham Poghosián, denunció desde su cuenta de Facebook que Azerbaiyán está desarrollando “operaciones ofensivas en diferentes direcciones del frente” y señaló que las fuerzas armenias están dando “los pasos proporcionados” para “impedir” los ataques.
Los peores combates registrados en décadas por la región de Nagorno Karabaj continuaban ayer a pesar del alto el fuego acordado por las partes con la mediación de Rusia y que entró en vigor el sábado al mediodía. El pacto tiene como objetivo permitir que Armenia y Azerbaiyán procedan a un intercambio de detenidos y a la entrega de cuerpos de víctimas de los combates que comenzaron el 27 de septiembre además de dar pie a la reanudación de las negociaciones.
El ministerio de Defensa de Armenia asegura que hasta ayer habían muerto 25 civiles y 426 militares armenios en Nagorno Karabaj. Por su parte, la Fiscalía General de Azerbaiyán manifestó que han perecido 41 civiles azeríes en los últimos ataques y enfrentamientos. El Gobierno de Azerbaiyán no ha dado cifras sobre las bajas registradas en las Fuerzas Armadas azeríes.
Mientras, Rusia intensificó sus esfuerzos para salvar el alto el fuego humanitario aceptado el viernes por ambos bandos.
Bruselas acuerda sancionar a Lukashenko Los ministros de Exteriores de los Veintisiete acordaron ayer sancionar por una parte al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, por el fraude electoral y la represión en su país, y por otro, a los responsables del envenenamiento en Rusia del opositor Alexei Navalni con Novichok.