Jornada laboral y reivindicativa en Lleida

Lcelebración del 12-O en Lleida volvió a estar marcada por la decisión de muchos alcaldes y cargos públicos de acudir a su trabajo al considerar que es undía laborable como otro cualquiera y la presencia de esteladas en monumentos para denunciar el “genocido” de los pueblos amerindios durante la colonización de América. Sin embargo, también fue el día elegido por grupos ultras para atentar contra símbolos independentistas en varios puntos de la demarcación. Así, las juventudes de ERC desplegaron una enorme estelada en La Seu Vella para evidenciar su rechazo al 12-O y remarcar que “no tienen nada que celebrar”. Entretanto, en el marco de una campaña impulsada por Òmnium en toda Catalunya, la delegación de esta entidad en el Pallars colocó señales con el lema Perill d’Estat en el acceso a la Academia de Talarn. Por otra parte, en lo que respecta a los ayuntamientos, los tenientes de alcalde de Lleida, Toni Postius y Jordina Freixanet, trabajaron con normalidad. El alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, mantuvo varias reuniones –fue el único primer edil del Pla d’Urgell que trabajó ayer–, y hubo actividad en los consistorios de Cervera, Agramunt, Anglesola y Bellpuig (ver página 11), entre otros muchos. Los alcaldes de La Seu, Oliana, Coll de Nargó, Ribera d’Urgellet, y Bassella sí que lo hicieron, y en Ciutadilla se emplearon en tareas de mantenimiento del castillo.

En cuanto a las acciones unionistas, ultraderechistas sabotearon el monumento en Lleida, al president Lluís Companys, que fue fusilado hace 80 años por la dictadura franquista. También elementos ultras destrozaron una estelada que lucía en el castillo de Sanaüja.