La cúpula del Estado celebra el 12-O más descafeinado debido a la Covid

Las máximas instituciones del Estado se dieron cita ayer en la ciudad de Madrid, que se encuentra bajo un estado de alarma por el alto índice de incidencia del coronavirus, para conmemorar un 12 de octubre atípico marcado por la pandemia, pero también por el clima de tensión entre el Gobierno español y la oposición. Debido a la crisis sanitaria, no tuvo lugar el desfile militar por el Paseo de la Castellana y se optó por un acto de formato más reducido en el patio del Palacio Real. El descafeinado festejo, presidido por Felipe VI, Letizia y las infantas Leonor y Sofía estuvo protagonizado por unos 500 militares, frente a los 4.000 que suelen acudir cada año. El monarca pasó revista, saludó a las autoridades y presenció el hizado de la bandera rojigualda.

En la conmemoración del 12-O coincidieron públicamente el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, y la presidenta del Gobierno madrileño, Isabel Díaz-Ayuso, que, tras los reproches cruzados de los últimos días a cuenta de la situación del coronavirus en la región, intercambiaron un frío saludo. Hasta trece presidentes autonómicos se desplazaron a Madrid por el 12-O. La Generalitat, como es habitual, no envió a ningún representante. Por otra parte, también fue esta la primera vez que Unidas Podemos asistió al acto institucional del Día de la Hispanidad. Y es que, asimismo, fue el primer 12-O en el que forman parte del Gobierno español. El vicepresidente segundo del Gabinete y líder del partido morado, Pablo Iglesias, prácticamente ni respondió al saludo protocolario de Felipe VI. Fuentes de su formación aseguraron que Iglesias acudió “obligado”. Mientras tanto, decenas de personas se agolparon en la Plaza de Oriente de Madrid y lanzaron proclamas contra el Gobierno de Sánchez, exigiendo su “dimisión”, y contra los medios de comunicación, a la vez que lanzaron “vivas” al rey.