SUCESOS CRIMEN
Muere un preso de Brians 2 tras recibir treinta puñaladas
El autor, otro recluso, amenazó también con agredir a dos funcionarios || UGT atribuye el suceso a la falta de personal de prisiones
Un recluso interno en la prisión de Brians 2, en Sant Esteve de Sesrovires, falleció la tarde del martes tras recibir cerca de una treintena de puñaladas por parte de otro preso. Los hechos ocurrieron en el patio del módulo tres, donde se encuentran los presos más conflictivos, sobre las siete de la tarde. El agresor, un hombre de 37 años y condenado por asesinato y robos con violencia, se acercó a la víctima, un varón de 32 años y condenado por prostitución de menores y discapacitados y por violencia machista con el que compartía módulo, y le asestó numerosas puñaladas ante la presencia de una cincuentena de reclusos más, algunos de los cuales habrían intentado distraer la atención de los funcionarios vigilantes. Tras el suceso, el agresor fue trasladado al Departamento Especial de Régimen Cerrado.
Al parecer el crimen habría sido premeditado y para él se utilizó un cuchillo que se investiga si pudo ser sustraído de las cocinas del centro o de algún taller.
Además del crimen, se halló a un preso muerto en su celda y otro trató de agredir a un vigilante
El ataque quedó registrado por las cámaras de seguridad del centro y ya se ha puesto a disposición del juzgado. El sindicato UGT explicó que el agresor, tras apuñalar al otro interno, amenazó con hacer lo mismo a los funcionarios que habían acudido al escenario del crimen. De hecho, el sindicato lamentó que solo dos funcionarios de base custodiaran en aquel momento a un total de 95 internos, lo que atribuyen a la falta de personal contratado por el departamento de Justicia. En este sentido recordaron que llevan meses denunciado “reiteradamente” la política de personal “nefasta” que Justicia aplica en las prisiones con plantillas “bajo mínimos” y renovando refuerzos “con cuenta gotas”. El sindicato señaló que, además del crimen, el martes se encontraron el cadáver de un recluso en su celda y que otro intentó agredir a un trabajador del centro con un palo de escoba afilado.
Los incidentes graves como los asesinatos no son algo habitual en los centros catalanes, el último se produjo hace dos años en la de Ponent, en Lleida.