PARTIDOS POLÉMICA
Sánchez congela la reforma del CGPJ y confía en retomar en breve la negociación con el PP
Espera que Casado mueva ficha pero los populares insisten en apartar a Podemos de las conversaciones || Cs y Vox critican la oferta del presidente y el PSOE sostiene que la proposición de ley no se retira
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ofreció ayer al Partido Popular congelar la reforma que impulsan PSOE y Unidas Podemos para facilitar los relevos en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a cambio de retomar las negociaciones para renovar la cúpula de los jueces, cuyo mandato caducó hace casi dos años. Así, después de días de bronca política por los planes de las formaciones gobernantes en Moncloa de modificar la ley a fin de sortear el veto del PP y permitir la elección de nuevos miembros del CGPJ sin el apoyo de los de Pablo Casado, Sánchez se desmarcó de esta senda y apostó por lanzar la pelota al tejado de Génova, en espera de que el principal partido de la oposición mueva ficha tras las advertencias de Bruselas. Y es que la Unión Europea había criticado, por una parte, el bloqueo en la renovación del CGPJ y, por otra parte, la reforma propuesta por PSOE y Unidas Podemos, que aspiraba a que bastara con la mayoría absoluta del Congreso para hacer cambios en la cúpula del Poder Judicial español. Pese al anuncio de Sánchez, Adriana Lastra, portavoz parlamentaria de los socialistas, explicó que paralizarán su proposición de ley, pero que en ningún caso la retiran.
Sin embargo, la oferta de Sánchez, que se produjo en pleno debate de la moción de censura de los ultraderechistas de Vox contra el presidente español, no hizo que el PP modificara ni en un ápice sus planteamientos iniciales. Teodoro García Egea, secretario general de los populares, insistió en que, para sentarse a negociar los cambios en el CGPJ, es necesario que Podemos quede al margen. Además, exigió que retiren definitivamente la proposición para reformar la ley. Pese a estas manifestaciones, fuentes de Moncloa confiaron en que las negociaciones con el PP se retomen “de inmediato”.
Entretanto, el líder de Vox, Santiago Abascal, achacó a esta oferta el ‘no’ del PP a su censura y el portavoz adjunto de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, lamentó que, de nuevo, los dos principales partidos del hemiciclo aspiren a repartirse las sillas en el órgano de gobierno de los jueces.
La fracasada moción aísla a la ultraderecha
El resultado cosechado ayer en el Congreso por la moción de censura impulsada por Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez reflejó el aislamiento de los ultraderechistas en el hemiciclo. Solamente los 52 diputados del grupo de Santiago Abascal apoyaron la iniciativa, con lo que se convirtió en la moción de censura menos votada de las cinco que se han debatido desde 1978. El resto de los parlamentarios votaron en contra, también el PP, que quiso desmarcarse del partido ultra y marcar un perfil más moderado y centrado. “Usted no es el salvador de España, se ha quedado solo”, reprochó el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, a Abascal. “Seguiremos en las calles exigiendo unas elecciones libres”, replicó el ultraderechista, que también arremetió contra el líder de los populares, Pablo Casado, por su “equidistancia imposible”. Asimismo, le recordó que, sin el apoyo de Vox, no gobernaría ni en Andalucía ni en Madrid ni en Murcia. Sin embargo, Casado acusó a Vox de hacer “perder el tiempo” a los españoles en plena pandemia y calificó su iniciativa de “impostura”. El vicepresidente segundo del Gobierno español, Pablo Iglesias, y Adriana Lastra, portavoz del PSOE en el Congreso, felicitaron a Casado por marcar distancias con Vox, aunque “llega tarde”. “Deje de gobernar con la ultraderecha”, le espetó Lastra, en referencia a las comunidades en las que Vox sostiene al PP.