Chile abre urnas para que más de 14 millones voten si liquidan la Constitución de Pinochet

Los más de 2.700 centros de votación habilitados en Chile para el histórico plebiscito constitucional abrieron ayer domingo, con medidas sanitarias por la pandemia de Covid-19 y custodiados por un amplio contingente de seguridad para impedir posibles altercados. Cerca de 14,8 millones de chilenos debían decidir en las urnas si quieren o no reemplazar la actual Carta Magna, redactada en 1980 y heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). También votarán qué órgano debería redactar el nuevo texto, una votación que está considerada la más importante desde el retorno a la democracia.

“Hoy podemos ser protagonistas de una página que va a quedar escrita en la historia de nuestro país”, dijo antes de la apertura de urnas el presidente del Servicio Electoral de Chile, Patricio Santamaría. El plebiscito, que tenía que haberse celebrado en el mes de abril pero fue pospuesto por la pandemia, fue consensuado por las fuerzas políticas como salida a la grave crisis social que estalló en octubre del año pasado contra la desigualdad. Dejó una treintena de muertos y miles de heridos.

Los partidarios del sí a la reforma culpan a la actual Constitución de las desigualdades sociales

Para los partidarios del sí, la actual Constitución es la causante de las grandes desigualdades del país al fomentar la privatización de servicios básicos; mientras que sus detractores creen que bajo este marco jurídico Chile registró el periodo de mayor crecimiento de su historia y que los problemas se solucionan con nuevas leyes y no con un proceso constituyente.

Respecto al órgano que redactaría el nuevo texto, los ciudadanos tendrán que elegir entre una convención constitucional, compuesta por 155 ciudadanos elegidos solo para ese fin y paritaria; o bien una convención mixta, integrada por 172 ciudadanos y parlamentarios en ejercicio a partes iguales.

La votación está marcada por el estallido social, pero también por la pandemia. Chile, que el sábado superó el medio millón de infectados y alcanzó los 13.892 muertos desde el inicio de la pandemia en marzo, es el decimocuarto país del mundo con más casos.

Para alentar la participación y evitar las aglomeraciones, los locales de votación iban a estar abiertos 12 horas, dos más de lo habitual, y los adultos mayores tendrán un horario especial a medio día. Asimismo, el toque de queda nocturno fue retrasado para permitir a los vocales de los centros de votación regresar a sus casas tras el conteo de las papeletas.