Los indicadores y contagios siguen a la baja en Catalunya

Los indicadores epidemiológicos siguen mejorando en Catalunya, donde parece que la curva de la segunda ola del virus empieza a doblegarse. La velocidad de propagación de virus, el famoso Rt, volvió ayer a descender por cuarto día consecutivo hasta situarse en el 0,93. Asimismo, el riesgo de rebrote disminuyó 11 puntos hasta los 720. Un indicador que también retrocedió fue el de la incidencia acumulada en 14 días que bajó hasta los 810,82 casos por cada 100.000 habitantes (818,11 en la jornada anterior). Esto es debido a que en los últimos días el número de contagios también va mermando, aunque continúa siendo muy elevado. En la jornada de ayer se registraron 4.459 nuevos positivos y 61 muertes más, casi la mitad de las registradas el viernes. Así pues, la cifra total desde que se inició la pandemia se situó en los 294.703 casos confirmados y las 14.543 víctimas mortales.

En cuanto a los pacientes ingresados, también descendieron hasta los 2.621, lo que supone 104 menos respecto al balance anterior. De estos un total de 551 se encuentran ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI), 80 más. No obstante, este aumento se debe a que se han empezado a contabilizar en el recuento diario los enfermos críticos ingresados en centro privados además de los que lo están en el sistema sanitario público.

Aragonès exige al Gobierno central que aplique una moratoria de impuestos y asuma responsabilidades

La Generalitat atribuye esta mejora en los datos de la pandemia a las medidas de restricción adoptadas durante las últimas semanas y que incluyen el cierre de la hostelería, la disminución de las personas en encuentros sociales, el toque de queda nocturno y el cierre perimetral tanto de la comunidad autónoma como de los municipios los fines de semana. De hecho el vicepresident en funciones de president del Govern, Pere Aragonès, defendió la acción del Executiu en la lucha contra la Covid-19, y acusó al Estado de “no estar a la altura” y de ir “tarde y mal”. Es por eso que Aragonés instó al Gobierno central a aplicar una moratoria de impuestos en vez de incrementar la partida presupuestaria de la monarquía “corrupta” y también a asumir “todas sus responsabilidades”, y exigió que, en caso de no hacerlo, traspase a la Generalitat toda la capacidad de gestión.