ESNOTICIA
El Govern prevé una desescalada progresiva de las restricciones
Aragonès admite que la anterior fue “demasiado rápida” || Trilla augura un descenso de la curva más lento y defiende el uso de test de antígenos, igual que Argimon
El vicepresidente de la Generalitat con funciones de president, Pere Aragonès, reconoció ayer que en la desescalada de la primera ola “quizás se fue demasiado rápido” y afirmó que ahora se tendrán que ir flexibilizando las restricciones de manera más progresiva. “Si no, volveremos a estar igual en un mes”, indicó en Catalunya Ràdio. Apuntó que esta semana decidirán si se mantenienen o se reducen las restricciones. Señaló que la situación actual está “estabilizada” y que hay que bajar el pico “y cuesta mucho”. “No volveremos a febrero. Queda un invierno muy largo”, subrayó. El riesgo de rebrote en Catalunya bajó ayer de 700 puntos y se situó en 697 y la tasa de reproducción de virus se mantiene en 0,93. Salut notificó 3.324 casos y 53 defunciones.
Por su parte, el jefe de Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, auguró en TV3 que la baja será “más lenta” que en la ola anterior y que no se puede esperar una apertura generalizada. Añadió que si al estudiar el impacto real de cada una de las restricciones hay una estabilización, “probablemente habrá bastante” con las medidas actuales. Insistió en la prudencia porque, aseguró, los efectos en el ámbito sanitario no se traducen hasta más tarde y ahora están “saturados”. Así, descartó “grandes aperturas” como en verano, pero también un cierre completo como el de la primavera. Trilla prevé unos meses con periodos con más restricciones y otros con más flexibilización, y situó las primeras vacunas en el primer semestre de 2021. Asimismo, dijo que los tests de antígenos (dan el resultado en 15 minutos) podrían ser “una buena solución” para reactivar determinadas actividades y remarcó que si se hace el test uno mismo debe comunicar a Salud Pública si el resultado es positivo. Además, apuntó que habría que estudiar cómo garantizar un suministro masivo. El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, también defendió estos test para seguir haciendo pruebas sin comprometer unos laboratorios “que ya trabajan al límite de su capacidad de realización de PCR”.