Joe Biden amplía su victoria sobre Trump tras un agónico recuento

El demócrata Joe Biden ha ganado las elecciones presidenciales de la semana pasada en los estado de Arizona y de Carolina del Norte sobre su rival republicano, Donald Trump. Después de diez días de agónico recuento, Biden se ha hecho finalmente con 306 votos electorales frente a 232 de Trump. Son las mismas cifras, pero al revés, que las que consiguió hace cuatro años el magnate sobre Hillary Clinton, cuando la demócrata venció en votos peo no pudo ocupar la Casa Blanca. En esta ocasión, la victoria final no solo es en votos electorales sino también en voto popular, con cinco millones más de papeletas a favor del que fuera número dos de Barack Obama. La victoria de Biden en Arizona es especialmente importante para las filas demócratas porque no lograban imponerse allí desde que lo hiciera el Bill Clinton en 1996.

El Partido Republicano de Arizona ha presentado una nueva demanda que busca repetir el recuento de una porción de votos emitidos de forma electrónica en el condado de Maricopa, el más poblado del estado.

Mientras, un tribunal en Pensilvania dio una victoria menor a la campaña de Trump en una de las múltiples demandas presentadas para revertir el resultado de las elecciones. El fallo afecta a un número indeterminado de votos, aunque según las autoridades estatales son muchos menos de los más de 54.000 que separan en el escrutinio a Biden y Trump.

Paralelemante, la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad de EEUU, aseguraba ayer que las elecciones presidenciales fueron las más seguras de la historia del país, sin que en ningún momento detectara indicios de manipulación de voto o fallo en los sistemas de recuento.

A pesar de los datos del recuento en su contra, Donald Trump insistía ayer que podría ganar los comicios y afirmó en una entrevista: “Nunca apuesten en mi contra”.

Por otra parte, fuentes cercanas a Trump aseguraron que este quiere crear su propio canal digital de televisión por internet una vez que abandone la Casa Blanca, en un intento de restar influencia a la que ha sido su cadena favorita durante casi toda su Presidencia, Fox News.