Sánchez y Conte se alían para desbloquear el fondo de la UE

Los Gobiernos español e italiano celebraron ayer en Palma de Mallorca una cumbre bilateral en la que ambos se comprometieron a trabajar de manera conjunta para tratar de hacer pinza y lograr un acuerdo entre los 27 Estados miembros de la UE que permita poner en marcha el fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros pactado el pasado mes de julio antes de que finalice el año.

La negociación se encuentra estancada debido al bloqueo ejercido por Hungría y Polonia, que alegan que el mecanismo que vincula las ayudas al respeto del Estado de derecho tiene una base “ideológica” y no cuenta con las “garantías” adecuadas. Ante esto, tanto el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, como su homólogo italiano, Giuseppe Conte, coincidieron en destacar que es importante preservar el acuerdo alcanzado en julio que “ata a todos los países miembros” y es fruto del “diálogo” entre los Estados miembros, el Parlamento y la Comisión Europea. Con todo, coincidieron en que en un futuro será necesario revisar “los mecanismos de toma de decisiones de la UE” para que estas no tengan que ser aprobadas por unanimidad, sino que baste con una mayoría cualificada.

España e Italia piden encaminar el mecanismo de toma de decisiones de la UE a la mayoría cualificada

Italia y España fueron los países europeos más golpeados por la primera ola y serán, por lo tanto, los más beneficiados por el fondo de recuperación. A España le corresponderán unos 140.000 millones de euros, de los que alrededor de 72.000 millones percibirá vía transferencias hasta 2023, si bien los presupuestos para 2021 ya incluyen 27.000 millones adelantados de estos fondos.

Precisamente el reparto de esta partida provocó tensiones dentro del Gobierno de coalición después de que Sánchez dejara fuera de la comisión que los gestionará al vicepresidente Pablo Iglesias y más tarde reculara y lo incluyera. Tras este episodio Iglesias reconoció ayer que este tipo de desencuentros están siempre presenten en el seno del Ejecutivo, puesto que cada formación representan “cosas distintas” y tienen “presiones distintas”. Pese a esto coincidió con el presidente al destacar que se debe a falta de práctica, puesto que España es la primera vez que tiene un Gobierno de coalición.