La reforma migratoria se atasca mientras Canarias se pone en pie de guerra

La negociación del pacto presentado el pasado septiembre por Bruselas para desbloquear la reforma migratoria en la Unión Europea se ha atascado nada más empezar. Las tensiones existentes entre los países que sufren una gran presión migratoria y el resto se puso en evidencia durante una reunión de embajadores celebrada el miércoles. Los países del sur, entre los que se encuentra España, afirman que el pacto propuesto por la UE es insuficiente para garantizar una responsabilidad compartida en la gestión de los flujos de migración irregular. Por su parte países como Austria, Hungría o Polonia se niegan a acoger en su territorio a migrantes y exigen controles fronterizos más duros. Ante esta situación el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió voluntad para dar una solución segura, humana y legal a esta crisis migratoria.

Mientras tanto, en Canarias crece la tensión por la acogida de los recién llegados. La alcaldesa y los hoteleros de Mogán, una de las localidades más afectadas, anunciaron que dejarán de dar cobijo a los migrantes en alojamientos turísticos y que abrirá expedientes sancionadores a aquellos establecimientos que se presten a ello. La medida pretende servir como presión para que el Gobierno reubique a los recién llegados. Además, el defensor del pueblo Canario exigió el cierre del muelle del muelle de Arguineguín.