Corinna asegura que los servicios secretos la amenazaron por “órdenes” de Juan Carlos I

La examante del rey emérito Juan Carlos I, Corinna Larsen, ratificó ayer durante su declaración como testigo en el primer juicio seguido contra el comisario jubilado y en prisión José Manuel Villarejo que en la primavera de 2012 se reunió en su habitación de hotel en Londres con el que era entonces jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, y que este le amenazó señalándole que si no seguía “determinadas instrucciones”, él no iba a poder “asegurar” su seguridad física y la de su hijo.

En este sentido, Larsen resaltó que esa reunión se produjo después de que así se lo pidiera el rey emérito Juan Carlos I y explicó que en sus comunicaciones “siempre querían hacer constar que el señor Sanz Roldán recibía los órdenes del rey Juan Carlos I, que las recibía desde arriba”, dijo.

Según Larsen, el rey emérito le explicó que los registros eran para protegerla de los paparazzis

Por otro lado, recordó que también se sintió amenazada “como ciudadana, como persona normal y mujer” cuando sus oficinas y su apartamento en Mónaco fueron registradas ese mismo año por una empresa de seguridad contratada por los servicios de inteligencia españoles. Sobre ese hecho, explicó, pidió explicaciones al hoy monarca emérito y este le dijo que se trataba de una operación para protegerla de los paparazzi.

Larsen, vestida de negro y mediante videoconferencia desde una sede judicial en Londres, confirmó así las tesis de la defensa de Villarejo, para quien se piden dos años de cárcel por presuntos delitos de calumnias y denuncia falsa contra el exdirector del CNI.

El abogado del excomisario le preguntó si había tenido la sensación de ser “una ciudadana amenazada por un jefe de Estado y por los servicios secretos y si eso le hizo sentir miedo”, a lo que la empresaria de origen alemán contestó afirmativamente.

Explicó que el mismo día en el que mantuvo la reunión con Sanz Roldán encontró en su casa familiar de Suiza, a la que viajó, una copia de un libro que versaba sobre la muerte de Lady Diana y además le telefonearon con número oculto para transmitirle que “había muchos túneles entre Mónaco y Niza”.

A esto sumó que se ratificaba en su declaración jurada que presentó previamente a la causa y en la que hacía referencia tanto a las supuestas amenazas de Sanz Roldán como a lo que habló en su reunión de 2015 con Villarejo. Cabe recordar que Villarejo se sienta en el banquillo entre otras cosas por decir en televisión que Sanz Roldán amenazó a Corinna.

Negó cualquier ánimo de injuriar al jefe de la CNI, asegurando que su único propósito al denunciarle era proteger los intereses institucionales de España, y denunció que, en cambio, él sí sería víctima de una operación para “aniquilarle” orquestada, supuestamente, por Sanz Roldán.

Por otra parte, su encarcelamiento en 2017 no ha sido impedimento para que siguiera traficando con información. Así, llegó a ofrecer a cambio de 10 millones de euros, pruebas que podrían “anular el caso Pujol y el procés”, según consta en el sumario del caso Tándem, según El Mundo.

El excomisario: “El CNI descartó un posible atentado en Barcelona” José Manuel Villarejo afirmó durante el juicio que una fuente “muy importante” avisó del “posible riesgo” de atentado en Barcelona, ??“como ocurrió lamentablemente después en la Rambla”, pero el “CNI dijo que no era fiable porque antes había trabajado para ellos pero en realidad era un espía marroquí”.