Sánchez arropa a un Illa aún ministro y prevé que los comicios abrirán un “tiempo nuevo”

Con la campaña electoral a punto de arrancar y la incógnita sobre si finalmente se votará el 14 de febrero o el 30 de mayo, la plana mayor del PSOE desembarcó ayer de manera presencial y telemática en Catalunya para arropar al todavía ministro de Sanidad, Salvador Illa, que dejará este cargo en unos días para centrarse en su candidatura a la presidencia de la Generalitat. Y es que los socialistas convocaron en Barcelona su comité federal y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aprovechó la ocasión para respaldar las aspiraciones del máximo responsable de la gestión de la pandemia en España a gobernar la administración catalana. Asimismo, desautorizó a su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que hace unos días encendió la polémica al calificar de “exiliado” a Carles Puigdemont, que reside en Bélgica desde 2017.

De esta forma, Sánchez manifestó que los cambios de fecha de las elecciones no impedirán “un tiempo nuevo” en Catalunya debido al impacto del “efecto Illa”. En este sentido, el también secretario general del PSOE dijo que los “trucos” de los que quieren especular con el día de los comicios no desvirturarán el “enorme sentido común, trabajo e inteligencia” que, a su entender, representa el ministro Illa. Sánchez, que también sacó pecho por cómo ha afrontado el Gobierno español la gestión de la pandemia, se pronunció al fin sobre las manifestaciones de Iglesias en las que consideraba a Puigdemont un “exiliado” como los que abandonaron España tras la Guerra Civil. “El verdadero exilio fue por defender la legalidad democrática y combatir una dictadura tan ilegítima como despótica”, sentenció. Por su parte, Illa saltó al ruedo de la precampaña y se comprometió a implicarse “al 101%” en Catalunya para lograr llegar a la presidencia de la Generalitat. A este respecto, apostó por dejar a u lado los “reproches” para conseguir una Catalunya centrada en los avances sociales. El acto de los socialistas en Barcelona provocó el rechazo del resto de partidos, y Ada Colau, alcaldesa de la ciudad condal y dirigente de los comunes, les instó a que gestionen “los peores datos de Europa” de la Covid.