JxCat cierra la puerta a la mesa de diálogo mientras ERC la reivindica

Cuando faltan pocas horas para que empiece la campaña de las elecciones del 14-F, y sin todavía saber si se celebrarán en esa fecha, JxCat y ERC evidenciaron las diferencias estratégicas que mantienen en lo que al rumbo que ha de tomar el movimiento independentista se refiere. Así, mientras la presidenciable de JxCat, Laura Borràs, dio por acabada la mesa de diálogo con el Estado y apostó por recuperar la vía del 1-O, los republicanos presentaron una moción en el Congreso para solicitar el Gobierno español la convocatoria de una nueva reunión con la Generalitat para solucionar el conflicto catalán.

De esta manera, Borràs apostó por la “desaparición” de España de Catalunya y por seguir el “modelo” del referéndum de 2017. La dirigente juntista, además, instó a la participación en los comicios a pesar de la pandemia porque “no quiere ni ver” un Parlament “desnaturalizado” por la abstención y cuya aritmética permita gobernar a los socialistas y a los comunes. Por el contrario, ERC insistió en la vía del diálogo con el Estado y presentó en el Congreso una moción para que la Cámara baja española se pronuncie, en vísperas del 14-F, sobre la conveniencia de una convocatoria “inmediata” de la mesa de diálogo tan pronto como se constituya el nuevo Govern catalán. La iniciativa se votará en el pleno de la semana que viene y es consecuencia de una interpelación que los republicanos hicieron en diciembre a Carolina Darias, entonces ministra de Política Territorial y ahora responsable de Sanidad. En paralelo, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, reiteró su voluntad de llegar a un entendimiento con los socialistas para conformar un Govern que no sea independentista. En este sentido, sostuvo que una coalición entre su formación y el PSC sería la que más apoyos podría aglutinar en el Parlament. “Creo que Ciudadanos, desde el centro, puede garantizar que tengamos apoyos desde fuera, del constitucionalismo, una alternativa al separatismo. Un Govern liderado por Cs con el PSOE podría tener estabilidad, apoyos a izquierda y derecha, y daríamos cuatro años de tranquilidad y de gestión”, explicó la exlíder naranja en Catalunya, que se volcará en la campaña.