ESNOTICIA
Alemania debate sobre cómo pagará la deuda por la Covid
Descartada la subida de impuestos en año electoral || Se propone reformar los límites al déficit o la venta de acciones en cotizadas
Alemania se plantea ya cómo pagará las deudas contraídas por la pandemia y, descartadas las subidas de impuestos en año electoral, el debate gira en torno a otro tipo de reformas.
El Gobierno alemán ha puesto en marcha uno de los programas más generosos a nivel mundial para minimizar los efectos de la crisis. Ha dedicado más de 103.000 millones de euros a empresas, autónomos y empleados. A esto hay que añadir los miles de millones de las nacionalizaciones parciales de grandes empresas (como Lufthansa y TUI), los prestamos en condiciones especiales, los bonos por hijo a las familias y la reducción del IVA.
Alemania tiene uno de los programas de ayudas más ambicioso para minimizar los efectos de la crisis
Este colchón para evitar un aterrizaje aún más doloroso (el PIB cayó un 5% el año pasado) ha dado al traste con el mantra de la estabilidad presupuestaria. 2020 y 2021 son los dos años con mayor déficit en décadas: 217.800 (4,8% del PIB) y 179.800 millones de euros, respectivamente.
El Bundestag (cámara baja) ha suspendido el “freno de la deuda” para estos dos ejercicios, el artículo de la Constitución que obliga a atenerse al “déficit cero” salvo emergencias como la actual. Pero la deuda pública, que Alemania había reducido hasta el 60% del PIB (desde el 82,4% de 2010, según el Bundesbank), se va a disparar hasta el 73%, estima el Instituto de la Economía Alemania (IW).
En una situación financiera similar, hace unos años, la respuesta de Berlín hubiese sido predecible: austeridad. Pero ahora nadie en el Gobierno alemán apoya esta vía, bien sea por las características diferenciales de la pandemia, porque duele más en carne propia o porque Alemania está en año electoral.
En este incierto contexto han surgiendo propuestas para afrontar el desequilibrio presupuestario. Una de allas pasa por modificar el “freno de la deuda” para permitir que, tras los años en los que se suspende por una emergencia, el déficit público no deba reducirse de golpe, sino paulatinamente dentro de un “corredor degresivo confiable”. Otra de las sugerencias pasa por la venta de algunas de las participaciones del Estado alemán en empresas cotizadas.