Marc Solsona: «Queremos tener la llave del Govern para decidir sobre el futuro de Lleida»

En las elecciones anteriores fue número 2 de una formación que ya no existe y ahora es cabeza de lista por otra.

Fuí número 2 de la coalición Junts per Catalunya, que era Convergència y el PDeCAT, y ahora soy número 1 del PDe- CAT. Por tanto, estoy donde estaba. Durante mucho tiempo he tenido que hacer renuncias y concesiones en pro de una falsa unidad que se ha demostrado que no existía. Poder articular un proyecto 100% con lo que represento me motiva y ayuda a clarificar las opciones políticas.

¿Cree que los ciudadanos tienen clara la diferencia?

Ha habido una voluntad intencionada de confundir. Que un partido use siglas de una coalición electoral que no eran suyas confunde. Nosotros somos el partido de la verdad, el de los alcaldes, de km 0, los del president Mas y Àngels Chacón. Hemos superado otras crisis y sabemos sacar al país de este atzucac político, social y económico en el que estamos fruto de un mal Govern, sin President, confrontado, con decisiones discrecionales que se han llevado por delante la hostelería, el turismo de montaña, la formación no reglada o los autónomos. El mejor subsidio es un puesto de trabajo y si el gobierno no tiene dinero para compensar sus malas decisiones no puede tomar otras aún peores.

¿Cómo se puede arreglar?

on una fuerza catalanista, centrada, que apuesta por la economía productiva y que será su voz: el PDeCAT. Somos el mejor instrumento para salir de la crisis y defender la pequeña y mediana empresa. Reactivar la economía pasa por la asimetría fiscal, un sistema tributario donde se pague por lo que se ingresa. No es lo mismo ser autónomo en el Pallars que en el área metropolitana. No queremos discriminación positiva sino que se nos reconozca nuestra singularidad para competir en igualdad de condiciones. No queremos política de reproche y lamento. No queremos ser un territorio asistido ni subsidiario.

¿Cómo valora la gestión de la pandemia en Lleida?

No podremos perdonar nunca al Govern que haya señalado a Lleida como un territorio tóxico. Ha dañado nuestra imagen, el tejido productivo, a los payeses... Ha demostrado que no conoce a Lleida ni a Catalunya. No se pueden aplicar confinamientos quirúrgicos y con los mismos indicadores en otros territorios, no. No vale que nosotros tengamos un confinamiento avanzado y cuando las cosas van mal en Catalunya, nos cierren también.

Dicen que quieren ser decisivos en el Govern como lo fue la CUP.

Hay dos modelos contrapuestos. El de la CUP antisistema y el PDeCAT, los de Convergència de toda la vida. Nosotros noharemos alianzas imposibles, no haremos un ‘junts perquè sí’ solo porque sean partidos independentistas. JxCat no tiene modelo, son fruto de la confusión y de la ocurrencia individual de cada candidato. No queremos ser árbitros sino tener la llave para poder influir y decidir, no para decantar balanzas, sino para ser protagonistas y decidir el futuro de Lleida, el Pirineo, Aran y Catalunya. Solo facilitaremos una investidura que tenga en cuenta la agenda leridana. No solo nos basaremos en el eje nacional. Más que nunca debemos tener un proyecto territorial potente.

¿Y eso cómo se traduce en pactos?

En diciembre enviamos a todos los partidos el manifiesto “Defensem lo nostre” y no han dicho nada, están instalados en la táctica partidista, cuando nosotros planteamos una propuesta que supere eso. Vamos más allá de lo que pase en la investidura. Interpelamos a todos los actores a articular propuestas unitarias consensuadas que permitan que Lleida sea la punta de lanza de Catalunya. Si hubiésemos tenido bien articulado este movimiento de territorio, no nos hubieran cerrado en verano.

Para todo eso han de superar las encuestas desfavorables.

Estamos convencidos de que seremos la fuerza revelación del 14-F en Lleida y en Catalunya, que tendremos la llave del Govern, grupo propio y haremos política en mayúsculas.

Si lo consiguen, ¿cuáles serán sus prioridades para Lleida?

Es básico articular la ley de Competitividad que permita minimizar a nivel fiscal, urbanístico, medioambiental y agrícola las competencias desiguales entre territorios que hacen que tengamos fuga de empresas a Aragón y problemas en el Pirineo. Que la fiscalidad asimétrica sea una realidad en positivo. También son estratégicos los Juegos Olímpicos Barcelona-Pirineus. Necesitamos en nuestras tierras un elemento ilusionador, mundial, que permita desencallar infraestructuras encalladas de conexiones y conectividad y para garantizar servicios básicos de suministro. Es una oportunidad brutal. Y convertirnos en el hub agrodigital del sur de Europa, dar un valor añadido, que ruralidad sea igual a transformación y sostenibilidad.