Catalunya elige al Parlament más atomizado de la historia, que exigirá acuerdos amplios

Unos 5,6 millones de catalanes están convocados hoy a las urnas en unas elecciones que podrían arrojar el Parlament más fragmentado de la historia, generando un escenario incierto, de difícil gobernabilidad y sin pactos claros. Y es que tres partidos llegan a las urnas con opciones de llevarse el gato al agua, según las encuestas publicadas en las últimas semanas.

El PSC, ERC y JxCat se disputan ser la primera fuerza en la Cámara catalana, en una lucha que se prevé ajustada, y que podría provocar incluso que el partido más votado no sea el que obtenga más escaños. Lo que sí parece seguro es que ocho o nueve partidos distintos obtendrán representación.

Son todos los que hay ahora más los ultraderechistas de Vox, que podrían hacer el sorpasso al PP, y el PDeCAT.

A la vista de un escenario tan atomizado, se presentan varias opciones de gobierno. Una es repetir la fórmula de un Executiu de JxCat y ERC, incluso sumando a la CUP.

También podrían dar los números para constituir un de ERC, PSC y comunes. Pero tanto republicanos como socialistas han descartado esta posibilidad.

En fin, otra alternativa sería la de un Govern sin los independentistas, encabezado por el PSC. Esta vía se topa, no obstante, con la dificultad añadida de que los socialistas ya han avanzado que no aceptarán los votos de Vox para hacer president a Salvador Illa.

ERC, entretanto, ha apostado durante los últimos meses por un Govern amplio en el que estén todos los partidos independentistas y los comunes, aunque es éste un escenario improbable a la vista de los vetos cruzados entre las distintas formaciones. Así, la negativa de algunos partidos de pactar con otros, y viceversa, complica todas las alianzas y convierte la repetición electoral en un escenario plausible.

No es nuevo. Catalunya ya estuvo a punto de repetir las elecciones del 27 de septiembre de 2015 ante la imposibilidad de lograr una mayoría suficiente para investir a Artur Mas como president de la Generalitat.

Entonces, la CUP no dio su brazo a torcer y, en el último momento, el hasta aquel momento president se apartó y dio paso a Carles Puigdemont, que logró el apoyo de los cupaires y fue elegido in extremis.

Con todo, un elemento a tener en cuenta hoy es la abstención. En este sentido, se augura un descenso importante de la participación respecto a las elecciones de 2017, cuando hubo una movilización de récord tras los sucesos de otoño.

Va a votar por correo y descubre que alguien lo ha hecho ya por él Un vecino de Barcelona que solicitó votar por correo denunció ayer que, cuando acudió a la oficina para depositar su papeleta el viernes pasado, los trabajadores le informaron de que constaba en el sistema que ya había votado. Según explicó el afectado a los micrófonos de RAC1, alguien había votado en su nombre el día anterior.

Después, recibió un certificado conforme había emitido ya el voto. El documento no estaba firmado y, ante esta situación, ha presentado una reclamación en la oficina de Correos, que aseguró que investigará el suceso.

En estos comicios, el voto por correo se ha disparado más de un 300% en comparación con 2017, y unos 269.000 electores han ejercido su derecho de sufragio por esta vía.