Aragonès, el mejor colocado para ser el nuevo President

Pere Aragonès podría pasar de ser vicepresidente con funciones de President, puesto que ha ocupado en los últimos meses tras la inhabilitación de Quim Torra, a ser el primer miembro de ERC que preside la Generalitat desde la segunda República y la restauración de la democracia. Al menos es a la hipótesis más factible una vez que se haya constituido el nuevo Parlament, lo que como muy tarde debe ser el 12 de marzo, de acuerdo con los plazos fijados.

Ahora bien, que sea la más factible no implica que sea sencilla. Esquerra y Junts per Catalunya han tenido una relación más que difícil como socios de Govern en la última legislatura, con acusaciones mutuas de deslealtad.

A su favor juega de que es el partido independentista con más escaños, aunque solo sean uno más que JxCat, que todas las fuerzas soberanistas hayan firmado por escrito que no pactarán con el PSC, que el independentismo haya reforzado su mayoría absoluta en la Cámara y que en votos haya sobrepasado por primera vez, aunque por un margen escaso, el 50% del total de los emitidos. Por eso, cualquier alternativa que no pase por un nuevo Govern independentista parece más que improbable.

.

Salvador Illa, el presidenciable socialista, puede así vivir en sus carnes lo que le sucedió a Inés Arrimadas en 2017, cuando su victoria -entonces en votos y también en escaños- fue baldía al no tener opciones reales de gobernar. Un nuevo tripartito sí le serviría, pero además del veto de ERC cuenta con el problema de que ambos tienen los mismos diputados, por lo que el PSC no puede negociar desde una posición de mayor fuerza.

A pesar de los actuales vetos, el PSC preside la diputación de Barcelona gracias a un pacto con JxCat. Sin embargo, Laura Borràs, la candidata a presidenta de los de Carles Puigdemont, además de firmar el compromiso antiPSC, ha dejado todavía más claro que Aragonès que estos es imposible.

Eso sí, Illa, a diferencia de lo que hizo Arrimadas, ya ha anunciado que se postulará a la investidura.

Por su parte, Borràs es la tercera en discordia, pero todo apunta a que sus posibilidades son casi inexistentes al haber pasado, aunque sea por solo un escaño de la primera a la segunda fuerza independentista.

Asimismo, habrá que ver qué papel decide jugar en un hipotético Govern independentista la CUP, que en la última legislatura se ha mantenido fuera del mismo. Como CUP-Guanyem representa una experiencia de gobierno en varios municipios, lo que podría ser un acicate para que sus diputados pudieran también solicitar responsabilidades en la Generalitat. Habrá que verlo. En todo caso, el plazo límite fijado para la sesión de investidura es el 26 de marzo, por lo que entonces ya estarán resueltas las incógnitas.