ELECCIONES
Arrimadas rechaza los ceses que reclama el sector crítico de Cs
Inés Arrimadas quiere evitar abrir su primera crisis interna por el desastre de las elecciones catalanas y está aguantando las presiones dentro del partido para poder pasar página a este nuevo hundimiento de Ciudadanos en las urnas sin cambiar la estrategia ni el equipo, como le piden muchos dirigentes, a pesar de admitir que han cometido “muchísimos errores”.Está convencida de que la estrategia es la correcta y de que en el núcleo duro de dirección “no sobra nadie”, refiriéndose a la dimisión del responsable de la campaña de las catalanas y vicesecretario primero, Carlos Cuadrado, como pidió el lunes el coordinador autonómico de la Comunidad de Valencia, Toni Cantó.
Lo hizo ayer durante la reunión del comité ejecutivo, convocado de urgencia para analizar el descalabro de Cs en Catalunya, que ha pasado de 36 a 6 escaños, una cita en la que durante cinco horas hubo muchas críticas a la estrategia electoral, especialmente de Cantó, de la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, y de la consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera, que pidieron responsabilidades a Cuadrado..
Otro de los cargos públicos del partido que pide cambios es su portavoz en el ayuntamiento de Lleida, Ángeles Ribes, que ayer afirmó que “se ha hecho una campaña electoral errática, sin contar con la militancia ni los cargos públicos que llevan años” y que “uno no se deja un millón de votos por el camino si ha hecho las cosas bien”. Dijo estar “muy decepcionada” porque el partido atribuye los malos resultados “a la pandemia, la lluvia y la abstención”. Ribes forma parte de la corriente interna “Renovadores” que pide un cambio sustancial. Esta mañana tienen prevista una rueda de prensa en Barcelona y anticipó que “vamos a pedir responsabilidades”.