SUCESOS RACISMO
Destrozan un centro de menores migrantes y hieren a dos residentes
En Torredembarra, tras una protesta vecinal contra unos okupas conflictivos || Uno de los jóvenes tiene la nariz fracturada y se encuentra ingresado en el hospital
Un grupo de personas destrozó el jueves el centro de menores Rigel de Torredembarra y agredió a dos de los residentes. Uno de ellos resultó herido de gravedad y se encuentra ingresado en el hospital de Santa Tecla de Tarragona con la nariz fracturada.
Los hechos ocurrieron después de una manifestación vecinal que reclamaba más seguridad a raíz de varios delitos cometidos por unos jóvenes mayores de edad que viven en una casa okupada en la calle de las Mimoses de la localidad. Posteriormente, un grupo de ochenta personas se desplazó hacia esta calle con la intención, presuntamente, de echar a los jóvenes de la vivienda okupada.
Según apuntó el consistorio de Torredembarra en un comunicado, los manifestantes profirieron “insultos racistas y amenazas”, pero una línea policial les cerró el paso. Al ver frustradas sus intenciones se dirigieron a un parque cercano donde se encontraron con uno de los residentes del centro de menores, al que le propinaron una paliza.
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El joven consiguió zafarse de sus atacantes refugiándose en una tienda cercana. Asimismo otro menor tutelado que se encontraba en la zona también fue agredido y se refugió en una biblioteca. Después de eso una parte del grupo de manifestantes, según varios testigos presenciales simpatizantes de la extrema derecha, se dirigió al centro de menores inmigrantes donde rompieron los cristales de la puerta de acceso y las ventanas y accedieron al interior donde dañaron parte del mobiliario. Los residentes tuvieron que refugiarse en las habitaciones hasta la llegada de la policía.
Los Mossos han abierto una investigación para identificar al grupo que agredió a los menores y que protagonizó los daños en el centro residencial.
Tras el suceso, el departamento de Asuntos Sociales de la Generalitat condenó el ataque, que calificó de “muy grave” y recordó que los centros de protección de menores son un servicio público que “acogen a las personas más vulnerables de nuestra sociedad; menores de edad sin referentes familiares”.
Por su parte, el propietario de la casa okupada tapió las entradas y ventanas del inmueble aprovechando que los jóvenes no se encontraban en el interior.