Sàmper advierte que “la violencia está desbocada” y cierra filas con los Mossos

El conseller de Interior, Miquel Sàmper, aseguró ayer que Cataluña vive unos momentos de “dificultad extrema”, que requiere que se deje trabajar a los Mossos d’Esquadra “en paz y tranquilidad”, y subrayó que la disolución de la Brimo (unidad antidisturbios de los Mossos), como exige la CUP para formar parte del Govern, “no es negociable”.

En declaraciones para Catalunya Ràdio, y tras los graves incidentes registrados el sábado por la noche en Barcelona tras una manifestación de apoyo al rapero leridano Pablo Hasél, Sàmper insistió en pedir que “se deje a la policía hacer su trabajo” sin tener que aguantar la presión que están suponiendo las negociaciones entre los partidos independentistas para formar el nuevo Govern.

Aun así, se mostró a favor de “estudiar un nuevo modelo de orden público” y de “revisarlo” todo, aunque cree que “una unidad de orden público debe existir”, tras destacar que estos últimos días se está viendo “una violencia desbocada e inaudita”. También alertó que “es previsible” que los altercados continúen, tras señalar que la violencia que se está viviendo desde hace dos semanas en Cataluña es obra de una minoría.

“Prácticamente la totalidad de las personas que participan en las manifestaciones son pacíficas, pero tenemos 150 o 200 con voluntad de hacer daño y a estos se suman los que quieren hacer pillaje”, apuntó.

Un total de 14 personas fueron detenidas el sábado en Barcelona en los graves disturbios registrados al término de la manifestación, con tiendas saqueadas, oficinas bancarias vandalizadas, daños en un hotel e incluso un ataque a una comisaría de la Guardia Urbana y el incendio de una furgoneta aparcada en el exterior y con un agente en su interior.

Por ello, Sàmper ha convocado para hoy dos reuniones. A mediodía con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y, por la tarde, se reunirá telemáticamente con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, y alcaldes de municipios catalanes afectados, incluida Colau. Los Mossos d’Esquadra han detenido a 137 personas en Cataluña, más de una veintena en Lleida.

Ada Colau condena el ataque al furgón de la Guardia Urbana

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, volvió a condenar el ataque al furgón de la Guardia Urbana que “puso en peligro la vida de un agente” junto a la comisaría de La Rambla. Junto con el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, Colau visitó la comisaría, que también sufrió ataques de los encapuchados durante los altercados después de la manifestación pacífica por Pablo Hasél.

La alcaldesa mostró su “rechazo más absoluto, la condena más firme y rotunda a los actos de violencia”, y expresó su apoyo a los agentes de la Urbana que, junto con los Mossos, actuaron rápidamente para contrarrestar la violencia. También destacó “la gran unidad institucional”.

Pide abordar desde el Parlament el debate sobre el modelo de orden público catalán

También abogó por abordar desde el Parlament el debate sobre el modelo de orden público catalán, después de que haya sido objeto de debate por la actuación policial de los Mossos durante los altercados. “Sobre el orden público siempre puede haber debates pertinentes, pero se tienen que hacer desde el lugar que toque; en este caso, el Parlament de Cataluña”, afirmó.

La CUP considera que criminalizar las protestas “es hipócrita”

La candidata de la CUP, Dolors Sabater, defendió que criminalizar y condenar las protestas de las últimas semanas en Cataluña en apoyo a Pablo Hasél “es hipócrita y una simplificación que seguramente tranquiliza a muchas conciencias, pero no resuelve el problema”.

En declaraciones para Rac1, Sabater situó los altercados “en un marco ancho en el que se están vulnerando los derechos sociales diariamente”.

Dolors Sabater condena el ataque la Urbana, pero recuerda que “se están vulnerando derechos”

Sin embargo, sí lamentó que se prendiera fuego a una furgoneta de la Guardia Urbana con al menos un agente dentro: “Que haya una persona dentro del coche y que pueda haber el riesgo para la vida marca un límite”.