VÍDEO | Protesta en Lleida por la revocación del tercer grado de los presos independentistas de Lledoners

Los siete presos independentistas que cumplen condena en la prisión de Lledoners, a excepción de Josep Rull, que está de permiso por una intervención hospitalaria, volvieron ayer a ingresar en la cárcel después de que el juzgado de vigilancia penitenciaria número 5 de Catalunya, del que depende la citada cárcel, acordara retirarles el tercer grado penitenciario tras solicitarlo la Fiscalía. Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart cumplirán de nuevo condena en segundo grado y solo podrán salir de prisión 36 días al año mediante permisos, ya que todos han cumplido una cuarta parte de la pena.

El magistrado, que se negó a suspenderles de manera cautelar la semilibertad mientras resolvía el fondo del asunto, tal y como pedía el Ministerio Público, decidió finalmente anularles la progresión al tercer grado que les otorgó a finales de enero la conselleria de Justicia al considerarla “prematura”. Según expone en siete autos prácticamente iguales esta decisión es precipitada puesto que ninguno de ellos ha cumplido ni una tercera parte de la pena ni tampoco han asumido los hechos como constitutivos de un delito.

El juez Mariano David García, que está de suplente en el juzgado de vigilancia número 5, se desmarca así de la decisión de la titular, que el pasado mes de julio avaló la concesión del tercer grado a los siete presos del procés, aunque lo suspendió a la espera de que el Supremo se pronunciara. Su situación penitenciaría volverá a ser examinada antes del 14 de julio.

Esta decisión no afecta ni a Carme Forcadell ni a Dolors Bassa, que están pendientes de la decisión de otro juez de vigilancia penitenciaria, el de las prisiones de Wad-Ras y Puig de les Basses, que deberá pronunciarse sobre su tercer grado.

Antes de ingresar en prisión los seis presos, acompañados por numerosas personas que acudieron a Lledoners a mostrarles su apoyo, criticaron la “represión” ejercida por el Estado mediante la Justicia y defendieron la autodeterminación y la amnistía como el único camino para acabar con ella. Asimismo, hicieron un llamamiento a la “unidad” y a “no rendirse” y reivindicaron que seguirán luchando para conseguir la independencia. “No podrán encarcelar las ideas”, aseveraron.