Borràs toma el mando del Parlament para blindarlo de "injerencias" del Estado

En la sesión constitutiva del Parlament, celebrada en un emplazamiento insólito, el Auditorio, al ser más espacioso y ventilado que el hemiciclo, el independentismo ha conseguido el control de cinco de las siete sillas en la Mesa de la cámara.

Además de Borràs, forman parte de la nueva Mesa Anna Caula (ERC) como vicepresidenta primera, Eva Granados (PSC) como vicepresidenta segunda, Ferran Pedret (PSC) como secretario primero, Jaume Alonso-Cuevillas (JxCat) como secretario segundo, Pau Juvillà (CUP) como secretario tercero y Ruben Wagensberg (ERC) como secretario cuarto.

Tres mujeres, por lo tanto, en los puestos preeminentes de la Mesa en un Parlament con una presencia récord de diputadas: 65 de 135.

La sesión se ha iniciado con la formación de la Mesa de Edad, presidida por el diputado de ERC y exconseller Ernest Maragall, que ha enojado a Ciudadanos -Carlos Carrizosa ha dejado constancia de su malestar- por su discurso político antes de las votaciones.

Borràs ha recabado 65 votos, insuficientes para ser proclamada en primera votación por mayoría absoluta: la han apoyado JxCat y ERC, pero no la CUP, que no ha querido darle un "cheque en blanco", tras expresar reparos por la causa judicial que arrastra en el Tribunal Supremo por presuntas irregularidades en contratos durante su etapa al frente de la Institución de las Letras Catalanas, por lo que podría ser inhabilitada.

La CUP ha votado a su candidato, Pau Juvillà, en primera votación y en blanco en segunda votación, si bien ha cedido uno de sus nueve votos a Borràs, en una simbólica concesión al diputado de JxCat Lluís Puig, huido en Bélgica y que no ha podido delegar su voto.

En segunda votación, a Borràs le han bastado 64 votos para ser proclamada, con mayoría simple, nueva presidenta de la cámara.

En su primera intervención, trufada de palabras de reconocimiento hacia la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, pero sin ninguna mención a su inmediato predecesor, Roger Torrent, Borràs ha hecho un llamamiento a "trabajar para recuperar la dignidad de esta cámara y concederle la relevancia política que le corresponde".

"Es nuestro deber mantener la inviolabilidad de este Parlamento, su independencia, no permitiendo injerencias de los otros poderes, ni del ejecutivo ni del judicial", ha subrayado Borràs, que ha señalado que esta legislatura "debe marcar un punto de inflexión en el avance hacia la independencia de Catalunya".

"Haré que esta soberanía sea respetada y defendida contra cualquier injerencia exterior", ha insistido Borràs.

El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, ha calificado de "decepcionante" el discurso de Borràs y ha vaticinado que el conflicto político en Catalunya "se cronificará".

También se ha mostrado crítica la líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, que ha lamentado "la hipoteca de ERC con Junts": "La vía amplia de ERC al final era la vía Borràs", ha dicho.

El diputado electo de Vox Ignacio Garriga ha afirmado que, como cuarta fuerza del Parlament, les correspondía una secretaría de la Mesa y ha reprochado a Cs y PPC que no hayan apoyado su candidatura.

El líder de Ciudadanos en Catalunya, Carlos Carrizosa, ha echado en cara a Vox que en su primer día en el Parlament "se haya escondido bajo el pupitre", y el presidente del PPC, Alejandro Fernández, ha tachado de "sectario", "surrealista" y "vanidoso" el discurso de Borràs.

Por su parte, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha reivindicado la labor realizada por Roger Torrent como presidente del Parlament y ha evitado polemizar con Borràs por haberlo obviado.

Tras la constitución del Parlament, Borràs deberá abrir consultas con los líderes parlamentarios en los próximos días, para explorar qué candidato está en disposición de reunir los apoyos necesarios para poder ser investido presidente de la Generalitat.

Si las negociaciones entre fuerzas independentistas fructifican, el candidato de ERC, Pere Aragonès, lo tendrá todo a favor para ser investido presidente en un debate que debe tener lugar como muy tarde el 26 de marzo y al que no renuncia Salvador Illa.