JUSTICIA MONARQUÍA
El primo del rey emérito pagó sus vuelos para facilitar “discreción”
Declara ante el juez desde Mónaco por abonar 8 millones
Álvaro de Orleans-Borbón, primo lejano del rey Juan Carlos I y sospechoso de ser su testaferro a través de la fundación Zagatka, testificó este lunes delante de los fiscales del Tribunal Supremo que autorizó el pago de ocho millones de euros al emérito para sus viajes privados porque necesitaba discreción para viajar.
Orleans-Borbón, de 73 años, fue interrogado como testigo en virtud de una comisión rogatoria remitida a Mónaco por la Fiscalía del Alto Tribunal que investiga al rey emérito por los supuestos delitos de blanqueo de capitales y fraude fiscal.
Durante su declaración, que se hizo por videoconferencia desde Mónaco, ciudad donde reside, también añadió que esa cantidad, con la que su fundación sufragó durante años los vuelos privados del monarca, se corresponde con la segunda regularización fiscal de 4,4 millones de euros que Juan Carlos I presentó a la Agencia Tributaria a finales de febrero.
El pasado 3 de marzo, tras la regulación, el aristócrata italiano, negó a través de un comunicado ser el “testaferro” o “fiduciario” de Juan Carlos I y rechazó que Zagatka fuera una sociedad pantalla o instrumental. Asimismo recordó que esta fundación, que está a su nombre, no está siendo objeto de “ningún procedimiento penal en Suiza, España o cualquier otro país”.
La Fiscalía del Tribunal Supremo tiene tres investigaciones abiertas sobre el rey emérito por diversos delitos fiscales, y esta última regularización que hizo con Hacienda podría dar lugar a nuevas, según indicó la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, cuando salió a la luz.