GENERALITAT DEBATE EN EL PARLAMENT
Aragonès deberá esperar
El pleno del Parlament rechazó de nuevo ayer investir president de la Generalitat al republicano Pere Aragonès, activando el plazo de dos meses antes de una convocatoria electoral automática. El dirigente de ERC advirtió a los de Puigdemont que el suyo ha de ser un Govern “sin sustituciones ni tutelas”, y mientras, siguen negociando.
Aragonès necesitaba ayer más apoyos que rechazos para salir investido, después de que la semana pasada no lograra la mayoría absoluta de la Cámara. Pero se volvió a quedar con los 42 votos a favor de ERC y la CUP, 32 abstenciones de Junts y 61 votos en contra del PSC-Units, Vox, los comuns, Cs y el PP. La clave de la investidura fallida ayer volvió a estar en la falta de acuerdo con Junts, a los que el republicano se dirigió durante su discurso porque considera que no había “motivos de peso que justifiquen alargar la formación del Govern”.
“Lo que podemos hacer hoy, no tenemos que esperar dos meses a hacerlo. Ni dos meses ni dos semanas ni dos días.
Porque nos va la credibilidad del proyecto que compartimos, pero, sobre todo, por responsabilidad con una ciudadanía que está agotada”, afirmó. Aragonès se reafirmó en el programa de gobierno que planteó el viernes, sostuvo que las diferencias no son sobre las políticas que debe hacer el nuevo Govern, sino sobre la estrategia independentista, y reconoció al Consell per la República, aunque apostó por coordinarse pero dejando claro que no aceptaría “sustituciones ni tutelas”.
Precisamente este Consell ha sido uno de los escollos de las negociaciones: Junts quiere que tenga más peso y sea el espacio de coordinación de la estrategia independentista, mientras que ERC en un inicio lo rechazaba, pero en los últimos días se ha abierto a que pueda ser el órgano que ostente la dirección estratégica del procés, aunque lo condiciona a que primero se reformule para integrar a los principales partidos y entidades independentistas. La apuesta de Junts provocaría restar a la Generalitat potestad para tomar decisiones de peso en la estrategia independentista; competencias que ganaría el órgano dirigido por Puigdemont.
Aragonès aseguró a Junts que las diferencias deben resolverse con “coordinación” entre las diferentes fuerzas, una coordinación basada en la “flexibilidad”, la “generosidad” y la “voluntad”. Insistió en la necesidad de continuar intentando el diálogo con el Gobierno español para conseguir la amnistía de los independentistas represaliados y también la autodeterminación, lo que Junts considera inviable.
La CUP alerta del riesgo “de embate de la gente contra el Govern”
La portavoz de Junts, Gemma Geis, negó que su formación quiera imponer tutelas a Pere Aragonès, pero le pidió “flexibilidad” y que reconozca que ERC tiene 33 diputados y no 68. La dirigente de Junts destacó en su intervención en el Parlament que están más cerca de pactar que el viernes y confía en que lograrán un acuerdo en los próximos días o semanas, pero emplazó a los republicanos a pactar una unidad de acción de los partidos independentistas en Madrid y una estrategia conjunta desde “el exilio”, dijo, en Europa.
Además, cuestionó la premisa de Aragonès de que los obstáculos para desencallar las negociaciones son únicamente sobre la estrategia independentista, ya que criticó el acuerdo entre ERC y la CUP, que tachó de “estéril” porque aseguró que no les interpela.
Según ella, este pacto se aleja del proyecto que quiere Junts per Catalunya y afeó especialmente el acuerdo para impulsar un plan piloto sobre una renta básica universal, una crítica que provocó que la cupaire Eulàlia Reguant saliera a la palestra a advertir de que dicho punto “no se toca”. Geis criticó, de forma velada, a ERC iniciar la negociación con formaciones con “menos peso” parlamentario que JxCat.