ELECCIONES NEGOCIACIONES
La conducción del 'procés' o la estrategia en Madrid, principales escollos entre ERC y JxCat
Apuran las negociaciones mientras los juntistas apuestan por dar protagonismo a Puigdemont y Aragonès se niega a recibir “tutelas” || Laura Borràs prevé otra ronda con partidos tras la Semana Santa
Esquerra y Junts disponen de dos meses de margen para cerrar un acuerdo que permita al candidato de ERC, Pere Aragonès, ser investido presidente de la Generalitat antes del 26 de mayo y evitar así la convocatoria de unas segundas elecciones-que serían a mediados de julio-, después del fracaso de los dos primeros debates de investidura.
Pese a que los de JxCat aseguraron que su intención era llegar a un acuerdo de gobierno “solido” con los republicanos antes de que se agote el plazo para la convocación de nuevos comicios, lo cierto es que a ambas formaciones independentistas todavía les separan varios escollos. El principal es quién debe pilotar el procés.
Mientras que desde Junts esperan que el Consell Per la República, un espacio parainstitucional dirigido por Carles Puigdemont, sirva para marcar el rumbo hacia la independencia, desde ERC proponer la creación de una “mesa de dirección estratégica” del independentismo, en la que las instituciones catalanas sean las que dirijan el mandato del 1-O. Este fue uno de los acuerdos a los que los republicanos llegaron para atar los apoyos de la CUP.
De hecho, durante su discurso en el debate de investidura, Aragonès dejó claro que pese a que el Consell debe tener un papel en ese proceso no aceptará “tutelas”, porque su responsabilidad como president será “indelegable e insustituible”. Debido a estas diferencias la entidad ha tendido la mano a ERC para negociar su “reformulación”.
El papel que jugará cada partido dentro del nuevo Executiu es otra de las claves pendientes
Otro de los retos a los que se enfrentan los equipos negociadores de ambas formaciones es la estrategia que deben seguir en Madrid. JxCat exige a ERC “unidad de acción” en Madrid, para que no se repitan disparidades de voto en cuestiones fundamentales como los Presupuestos Generales del Estado y otras votaciones clave, pero los republicanos reivindican su fuerza autónoma.
En este plano otro de los escollos a los que se enfrentan en la mesa de diálogo entre Catalunya y el Estado. ERC quiere reactivarla y desde la CUP aceptan que así sea hasta evaluar sus resultados en 2023.
No obstante, JxCat, que la asume con escepticismo, reclama fijar ya un rumbo sobre cómo continuar el procés si, como es previsible, el Gobierno de Pedro Sánchez descarta negociar un referéndum.
Entra las diferencias que los separan también se encuentra el concretar de qué manera la mayoría independentista en la Mesa del Parlament plantará cara a las decisiones de los tribunales que a su juicio socaven la soberanía de la Cámara. En este sentido, su presidenta, Laura Borràs, ya aseguró que no permitirá “injerencias” del Estado. Asimismo todavía queda por cerrar un acuerdo sobre cómo se repartirán las consellerias de la Generalitat una vez se haya formado en nuevo Executiu.
Laura Boràs, tiene previsto abrir después de Semana Santa una nueva ronda de consultas con los líderes parlamentarios para proponer a un nuevo candidato a president, que puede ser de nuevo Aragonès -si ERC y JxCat llegan a un acuerdo- o el socialista Salvador Illa si se postula, aunque el veto de las fuerzas independentistas haría inviable su investidura. El candidato que surja de estos encuentros deberá presentarse a un debate de investidura antes del 26 de mayo, de salir elegido presidente el proceso terminaría ahí.
En el caso contrario el Parlament quedaría disuelto y Catalunya se encaminaría hacia sus segundas elecciones, que se celebraría previsiblemente el 12 de julio, 47 días naturales después.
La CUP se niega a recortes en su acuerdo con Esquerra El diputado de la CUP Xavier Pellicer avisó ayer de que “cualquier recorte” en el acuerdo que alcanzaron con ERC para investir a Pere Aragonès president del Govern será “inasumible” por la formación anticapitalista y “por las necesidades de los catalanes”. Pellicer lanzó esta advertencia ante la posibilidad de que las negociaciones entre los republicanos y JxCat puedan alterar alguno de los puntos acordados por ambas formaciones.
Carrizosa avisa que la CUP podría lastrar la recuperación económica tras la pandemia
Durante una intervención en TV3, el diputado de la CUP recordó que el pacto al que llegaron es “de mínimos” y que dar pasos atrás en él no será bien recibido por el partido, que podría retirarle su apoyo a Aragonès. Siguiendo esta tónica esperó que eso no llegue a pasar porque todavía les quedan por negociar cuestiones “más profundas” para el “bienestar” de Catalunya como son al modelo policial o el “modelo de país”.
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, criticó que un partido con tal “animadversión” por la actividad económica como es la CUP vaya a tener peso en el futuro Govern puesto que eso podría poner en riesgo la recuperación después de la pandemia. Asimismo afeó que ERC permita ser su “rehén”.