SUCESOS TRIBUNALES
La fiscal tacha de “salvaje y brutal” el asesinato de la pequeña Laia
Un vecino de sus abuelos se enfrenta a prisión permanente por su muerte en 2018 en Vilanova || La defensa afirma que creyó que la niña de 13 años era un ladrón
La fiscal del caso de la menor de 13 años de Vilanova i la Geltrú que fue asesinada, presuntamente, por un vecino cuando salía de casa de sus abuelos afirmó ayer en el juicio que el acusado actuó de manera “salvaje y brutal”. La defensa, sin embargo, defendió que el hombre mató a la pequeña Laia al creer que era un ladrón que había entrado en su casa.
La acusación particular calificó de dantesca la apariencia de la escena del crimen, y explicó que, al contrario de lo que pensó al primer momento, está convencido de que “eso no era la obra de un loco, sino de una persona calculadora que sabía perfectamente lo que estaba haciendo”, aseguró.
Por su parte, la fiscal expuso que el acusado “agredió sexualmente a la niña y después la mató de una forma absolutamente salvaje, brutal y cruel”, de lo que la menor no pudo defenderse.
En el juicio también declararon diferentes testigos, como las hermanas del acusado. Una de ellas, no solo confirmó su adición a los estupefacientes sino que manifestó el impacto negativo que ha tenido el hombre en su familia como en las personas que lo han rodeado, llegando a calificarle como “maltratador psicológico”. Su excompañera sentimental y los abuelos paternos de la víctima completaron la primera remesa de declaraciones, estos últimos especialmente consternados por los hechos y por el sufrimiento de no saber dónde estaba cuando desapareció. La abuela pidió que se haga justicia, “no venganza”.
La defensa del acusado del crimen en 2018 dijo que el hombre había consumido una gran cantidad de alcohol y cocaína. Añadió que el acusado se encontraba “desestabilizado por completo”: su madre estaba a punto de fallecer, su padre no lo quería en casa y no quería darle dinero, y estaba perdiendo la relación con su hija, ante lo que acabó refugiándose en la cocaína y el alcohol.
Era drogodependiente desde los 20 años. Según la defensa, el día del crimen el estado mental del acusado estaba alterado, su cliente vio una figura en su casa que no pudo descifrar y, creyendo que era un ladrón, acabó con la vida de la víctima sin saberlo y sin quererlo.
Se enfrente a posible prisión permanente revisable..