DIPLOMACIA TRAGEDIA
Biden reconoce como genocidio la matanza de armenios y tensa la relación con Turquía
Es el primer presidente norteamericano que define el exterminio acaecido hace 106 años con este apelativo || Ankara ve sus palabras populistas y acusa al mandatario de dejarse presionar por radicales
El presidente estadounidense Joe Biden se convirtió ayer en el primer mandatario de EEUU en describir como “genocidio” la matanza de más de 1,5 millones de armenios llevada a cabo por el imperio Otomano, actual Turquía, en el contexto de la Primera Guerra Mundial. “El pueblo estadounidense homenajea a todos aquellos armenios que fallecieron en el genocidio que comenzó hace hoy 106 años”, dijo Biden en un comunicado con motivo del aniversario de la matanza.
Esta decisión promete debilitar aún más la relación entre Washington y Ankara, uno de sus aliados más importantes en la OTAN y socio estratégico de EEUU en Oriente Medio. Y es que, aunque el Gobierno turco reconoce el asesinato de cristianos armenios entre 1915 y 1923, se niega tajantemente a aceptar el término de genocidio para describir lo ocurrido.
El genocidio armenio ha sido reconocido por al menos 29 países desde el año 1965
Los lazos entre ambos países se han visto debilitados en los últimos años, especialmente a raíz del fallido golpe militar de 2016, del que Erdogan culpa al predicador islamista Fethullah Gülen, autoexiliado en EEUU.
Pese a que Biden ya había comunicado horas antes a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, su intención de declarar la matanza como “genocidio”, tras el comunicado, el ministerio de Interior de Turquía tildó de “grave error” las palabras de Biden, al que acusó de dejarse llevar por la presión de “círculos armenios radicales y grupos antiturcos”. “El oportunismo político es la mayor traición a la paz y la justicia”, aseveraron desde el departamento.
El genocidio armenio ha sido reconocido desde 1965 por 29 países (España no figura en esta lista), y la presión para que EEUU hiciera lo mismo aumentó en los últimos años, alimentada por la numerosa diáspora armenia en el país. De hecho este reconocimiento fue una de las promesas electorales del demócrata, que aseguró que los derechos humanos serían un pilar fundamental de su política exterior.
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, por su parte, dio las gracias al mandatario.