Campaña de alto voltaje en Madrid

La tensión generada en el debate radiofónico del pasado viernes en el que el candidato de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid y ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, optó por no hacer frente a las provocaciones y descalificaciones de la candidata de VOX, Rocío Monasterio, abandonando los estudios de la cadena Ser en Madrid (una decisión que acordaron también el candidato socialista, Ángel Gabilondo y la de Más Madrid), ha dado un vuelco de 180 grados en la campaña electoral de esta comunidad. Así, la mayoría de candidatos y partidos centraron ayer sus mensajes en este encontronazo, y que ha provocado la suspensión, de momento, de todos los debates de candidatos previstos antes de la cita electoral, el próximo 4 de mayo, e incluso el candidato del PSOE, optó por cambiar el eslogan electoral añadiendo la palabra “democracia” a sus mensajes.

Así, ayer, Gabilondo se hizo acompañar en el acto electoral en Vallecas por dos de los amenazados, junto con Pablo Iglesias, con cartas con balas: el minstro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la responsable de la Guardia Civil, María Gámez. Durante el acto, al que también asistió el presentador Jorge Javier Vázquez, Gabilondo llamó a la movilización de la ciudadanía para vencer “al odio, al miedo y a las amenazas” y evitar así que llegue a gobernar “la ultraderecha”.

Tras renovar el mensaje de la campaña con banderas que decían ‘No es solo Madrid, es la democracia’, aseguró que “hoy todos nos llamamos Fernando, María y Pablo”. Con similar mensaje irrumpió Pablo Iglesias en un mitin, donde afirmó que Vox es “el PP sin complejos, el inconsciente desatado del Partido Popular” cuyo proyecto es “la destrucción de las bases materiales de la libertad y la democracia”; por lo que concluye que el 4 de mayo “se vota entre fascismo y democracia”.

Asimismo, la candidata de Más Madrid a las elecciones autonómicas del 4 de mayo, Mónica García, calificó a su homóloga en Vox, Rocío Monasterio, de “mala gente” pero afirmó que le parece más “aberrante” aún la “equidistancia” de la presidenta de la Comunidad y aspirante a la reelección por el PP, Isabel Díaz Ayuso..

Abascal y Rocío Monasterio insisten en poner en duda la carta con balas remitida a Pablo Iglesias

Al respecto, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, acusó ayer a la izquierda de “resucitar el dóberman” y el “miedo” ante las elecciones del 4 de mayo y apeló a la concordia y la reconciliación de la Transición. Tras recalcar que el PP no quiere “ni piedras ni balas”, reclamó “unidad en las calles” y “libertad sin ira”, al tiempo que recordó que a los políticos les pagan un sueldo para “resolver problemas” no para “pelearse” o “gritar”.

Por su lado, Ayuso (que no acudió al debate de la Ser), insistió en defender su gestión al frente del Gobierno regional ante “circos” y “guerras estériles”. “Nosotros no vamos a estar ahora mismo para estos circos.

Tenemos que hablar de lo que sí pasa y no despistarnos con lo que no pasa. No puede ser que después de dos años de lucha en soledad se fabriquen a última hora problemas inexistentes para tapar lo importante”.

También entró en el cuerpo a cuerpo de esta contienda electoral la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, quien animó a los “moderados” a asumir su “responsabilidad histórica” y votar para que la Comunidad de Madrid dé un ejemplo de “concordia” frente a la “polarización” política. Durante un mitin en la plaza del Dos de Mayo de la capital, en el que respaldó al candidato de la formación naranja, Edmundo Bal, Arrimadas indicó que la responsabilidad histórica de la generación actual es evitar que “se generen enemigos” entre vecinos, familiares o compañeros de trabajo.

Por su lado, el presidente de Vox, Santiago Abascal, insistió ayer en cuestionar las amenazas de muerte recibidas por Iglesias . “A mí también me dicen de todo y no lloriqueo como un cobarde”, afirmó, mientras que Monasterio aseguró que Iglesias está donde está porque Pedro Sánchez ha pactado con “separatistas, bilduetarras y enemigos de España”.

Polarización de mensajes y fotos “robadas” para arañar votos Los estrategas de campaña han visto en la actual polarización de la campaña una oportunidad para hacer decantar la balanza del voto indeciso que, según los sondeos, podría romper la actual situación de “empate técnico” entre PP y los partidos de la izquierda (PSOE, Podemos y Más Madrid). De ahí la renovación del eslogan de PSOE, la tensión que expresan los líderes de Podemos, pero también la fotografía “robada” por Ayuso con históricos dirigentes socialistas Joaquín Leguina y Nicolás Redondo Terreros, con los que coincidió en la Fundación Alma Tecnológica en la que ambos están implicados.