El Govern estudia cómo prorrogar el toque de queda y dejar servir cenas

El Gobierno mantiene que del 9 de mayo en adelante, fecha en la que decae el estado de alarma, bastarán los “mecanismos habituales” para controlar la pandemia, algo de lo que dudan muchas comunidades. Es por ello que la Generalitat trabaja ya en un decreto para modificar la ley de salud pública, que se podría aprobar el martes en el Consell Executiu, que permita al Govern continuar aplicando ciertas restricciones para frenar la pandemia, como el toque de queda nocturno o los cierres perimetrales, una vez finalice el estado de alarma.

Las medidas que se adoptaran a partir de ese momento, no obstante, deberían ser ratificadas por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que deberá valorar la situación sanitaria en la que se encuentre el territorio. .

Paralelamente, el Govern estudia permitir que bares y restaurantes puedan volver a servir cenas tanto en terrazas como en el interior de los locales a partir del 10 de mayo, un plan que contrasta con la modificación de ley que quiere aprobarse. Con todo, el conseller de Interior, Miquel Samper, ya apuntó hace unos días que el Executiu no descartaba optar por esta medida antes de que decayera el estado de alarma, al igual que abrió la puerta a “suavizar” el toque de queda nocturno antes de esa fecha. Hasta ahora el horario autorizado para la hostelería es de 07.30 horas hasta las 17.00.

Otros territorios como Euskadi y Castilla y León pidieron ayer al Gobierno que se replantee prorrogar durante uno o dos meses más el actual estado de alarma, o, “en todo caso”, que se opte por activar una vía “con garantías jurídicas” para que las autonomías con una mayor incidencia, como es el caso del País Vasco, dispongan de las “herramientas” necesarias para poder hacer frente a la crisis sanitaria de la Covid-19. Este mecanismo alternativo también fue reclamado por el Gobierno cántabro. Por su parte, el Ejecutivo de Extremadura se mostró partidario de que se ponga fin a este mecanismo extraordinario.

Mientras tanto, la situación epidemiológica parece que se ha estabilizado en España, donde ayer la incidencia acumulada se situó en 230 casos por cada 100.000 habitantes. Paralelamente se contabilizaron 10.143 contagios y 137 muertes, que elevaron la cifra total de fallecidos a más de 78.000.