ERC ve “inminente” el acuerdo con JxCat, que enfría la posible investidura hasta fin de mes

El tira y afloja de ERC y JxCat a cuenta de la negociación para cerrar un acuerdo que permita la investidura de Pere Aragonès como president de la Generalitat y el nombramiento de un nuevo Govern tuvo ayer un nuevo episodio, después de que la leridana Marta Vilalta, secretaria general adjunta de los republicanos, asegurara que el pacto era “inminente” y que podía llegar “en horas”. De inmediato, Elsa Artadi, vicepresidenta de los juntistas, alejó la posibilidad de un pronto entendimiento entre las dos principales formaciones independentistas y avisó de que podrían agotar los plazos, lo que retrasaría la investidura hasta finales de mes.

De esta forma, una vez ha expirado el ultimátum lanzado a JxCat por Aragonès hace un par de semanas, en el que instaba a los de Carles Puigdemont a avenirse un acuerdo antes del 1 de mayo, Vilalta explicó que las negociaciones avanzan y que se ha producido un “punto de inflexión” durante el fin de semana. En este sentido, dijo que marchan “en la buena dirección” e incluso aventuró a afirmar que el entendimiento podía ser “inminente”, en cuestión de “horas”.

Vilalta, que no quiso dar detalles sobre el avance de las conversaciones, añadió que su formación no se plantea de momento explorar vías alternativas a la reedición de una coalición con JxCat. Aun así, no quiso descartar que los republicanos trataran de formar un Govern en solitario.

Esta posibilidad, no obstante, parece que está casi descartada, habida cuenta de que la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, de JxCat, defendió ayer que el suyo es un partido “que ha de estar en el Govern en esta legislatura”. Budó, en cambio, enfrió la posibilidad de acuerdo y señaló que las negociaciones han de demorarse durante el tiempo que sea “necesario”.

En esta misma línea, Artadi desmintió a Vilalta y dijo que las cumbres de la semana pasada en la prisión de Lledoners no son ningún “punto de inflexión”. “No ha habido ningún antes y después del 1 de mayo”, enfatizó la dirigente juntista, que dejó abierta la puerta a que las negociaciones se alarguen hasta finales de mes.

“El acuerdo con ERC puede llegar en 3 días o en 23 días”. A este respecto, poco más de veinte jornadas son las que faltan para el 26 de mayo, fecha límite para que se nombre a un nuevo president.

En caso de que los independentistas no se pusieran de acuerdo para elegir a Aragonès, ese día se convocarían automáticamente nuevas elecciones. “La apuesta de JxCat es tener acuerdo de coalición y un buen acuerdo, el riesgo es no tener acuerdo”, advirtió Artadi, que también aseveró que el pacto que cierren con los republicanos tendrá que ser validado por las bases de su partido en una consulta.

El PSC ve a Aragonès “cada día más debilitado” Alícia Romero, portavoz del PSC en el Parlament, aseguró ayer que Pere Aragonès, candidato de los republicanos a la presidencia de la Generalitat, “está cada día más debilitado” debido al desgaste al que le están sometiendo las negociaciones con JxCat para lograr su investidura. Así las cosas, instó a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, a abrir una nueva ronda de consultas y a proponer como presidenciable en una sesión de investidura a Salvador Illa, que se hizo con la victoria en votos pero no en escaños en la noche del 14 de febrero.

Además, Romero enfatizó que un Govern de ERC y JxCat nacerá “fracasado y no funcionará”. En sintonía con estas palabras, Joan Mena, portavoz de los comunes, exigió a los republicanos que cumplan con el ultimátum que lanzaron a los juntistas y que, pasado el 1 de mayo, exploren “vías alternativas” para desbloquear la situación política en Catalunya.

A este respecto, Mena reivindicó al partido de Jéssica Albiach como socio de Esquerra Republicana porque ambos comparten, a su entender, la agenda social y la voluntad de dialogar con el Estado para resolver el conflicto catalán.

En paralelo, la CUP presentó ayer en el Parlament una proposición de ley para estabilizar a los interinos del sector público con más de tres años en el puesto y que desempeñan tareas permanentes en la administración. Esta norma forma parte del acuerdo de investidura al que llegaron con ERC. La diputada cupaire Basha Changue, por otro lado, lamentó que aún no haya Govern para “atender las urgencias” de la ciudadanía catalana.