ERC lanza un nuevo ultimátum a JxCat y fija el día 20 como límite para cerrar un acuerdo

Pese a los avances en las negociaciones entre ERC y JxCat para desbloquear la investidura de Pere Aragonès como president de la Generalitat y formar un nuevo Govern, ambas formaciones dan por hecho que exprimirán los plazos y que no habrá acuerdo hasta el último minuto. Ante este escenario, Sergi Sabrià, líder de los republicanos en el Parlament, planteó ayer un nuevo ultimátum a JxCat y fijó como fecha límite para entenderse con los juntistas el día 20.

De no haber pacto para entonces, Sabrià aseguró que intentarían un Govern monocolor para evitar la repetición de las elecciones, habida cuenta que la fecha límite para la investidura es el día 26. Por contra, Damià Calvet, conseller de Territorio, de JxCat, avisó de que la “única posibilidad” pasa por reeditar la coalición gubernamental de las dos principales fuerzas del independentismo.

Aun así, continúa el bloqueo en las negociaciones 82 días después de los comicios del 14-F. Entre los principales escollos para el acuerdo estarían, según fuentes próximas a la negociación, el papel del Consell per la República, la coordinación de los independentistas en el Congreso y el Senado, o la prueba piloto de renta básica pactada entre ERC y la CUP, y que los juntistas no acaban de ver con buenos ojos.

La republicana Bassa no ve mal que las negociaciones se alarguen si es para lograr un Executiu “fuerte”

Los líderes encarcelados reiteran que la solución al conflicto de Catalunya pasa por una amnistía

Sabrià cree que “nadie quiere elecciones” por lo que “habrá que explorar alternativas” a la coalición a partir del día 20. En este sentido, dejó abierta la puerta a un Govern en solitario de ERC con apoyos externos. Sin embargo, Calvet rechazó esa eventualidad y subrayó que sólo concibe la reedición del pacto entre republicanos y juntistas. En paralelo, la republicana Dolors Bassa, consellera en el Govern de Carles Puigdemont, no vio mal que se prolonguen las negociaciones si ello va a servir para que se consiga un Govern “fuerte”.

Llarena deja a Serret a un paso de juicio por su papel en el 1-O La leridana Meritxell Serret, consellera de Agricultura en el Govern de Carles Puigdemont y diputada de ERC, está a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados, después de que el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena haya dado por finalizada la instrucción de la causa en su contra por el papel que ostentó en el 1-O. Llarena señala a Serret por los presuntos delitos de malversación y desobediencia, y acordó que siga en libertad provisional habida cuenta de que está “a disposición de la presente causa”.

La dirigente republicana abandonó Catalunya a finales de octubre de 2017, justo después de la declaración de independencia en el Parlament. Residió en Bélgica y fue la delegada de la Generalitat en Bruselas hasta marzo de este año, cuando regresó por sorpresa a Vallfogona de Balaguer tras pasar por Madrid y comparecer ante Llarena.

JxCat abre hoy un congreso para armar al partido Oriol Junqueras, Raül Romeva, Dolors Bassa y Carme Forcadell, los cuatro dirigentes independentistas encarcelados por el referéndum que pertenecen a ERC, además del también republicano Carles Mundó, que no fue condenado a pena de prisión por el 1-O, anunciaron ayer que no van a presentar alegaciones ante el Tribunal Supremo de cara al informe que los magistrados están elaborando sobre un posible indulto a su favor. En la misma línea se pronunciaron Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull, de JxCat.

De esta forma, al igual que hiciera el miércoles Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, sostuvieron que el Estado les quiere “humillar” con los indultos porque es la “primera vez” que el Supremo pide su parecer a los posibles beneficiados con esta medida de gracia. “Lo hace ahora por cuestiones meramente políticas”, sentenciaron.

Asimismo, añadieron que la solución al conflicto entre Catalunya y España “tiene que ser colectiva y pasa por la amnistía” de todos los “represaliados”.