Aragonès apuesta por un Govern en solitario aunque JxCat quiere seguir las negociaciones

En pleno congreso extraordinario de JxCat, y cuando aún faltaban doce días para que expirara el último ultimátum lanzado por ERC para explorar vías alternativas a una nueva coalición gubernamental con los juntistas, Pere Aragonès, candidato de los republicanos a la presidencia de la Generalitat, anunció que su formación asume la constitución de un Gabinete monocolor en minoría ante la imposibilidad de cerrar un acuerdo con los de Carles Puigdemont. Por su parte, Jordi Sànchez, secretario general de JxCat, tendió la mano para seguir explorando la posibilidad de un Govern de coalición, aunque insistió en que, si Aragonès logra los votos de la CUP y de los comunes para ser president, su grupo cederá los respaldos que sean necesarios para que la investidura salga adelante.

Además, subrayó que no quieren que se repitan las elecciones.

Así las cosas, después de 83 días de negociaciones tras el 14-F, Aragonès puso de manifiesto que es “imposible” llegar a un entendimiento con JxCat para reeditar el pacto de Govern que ha liderado la Generalitat desde que terminó el 155. “Ante la falta de entendimiento y los desacuerdos de fondo que continúan persistiendo durante estas últimas semanas, la mejor opción para el país y para desencallar la situación es aceptar la oferta que JxCat hizo en el inicio de las negociaciones, la de un Govern en solitario”, manifestó Aragonès, que advirtió que no se dejará tutelar por nadie y añadió que el espacio de coordinación de la estrategia independentista ha de ser “neutral”.

Uno de los principales escollos para el acuerdo entre las dos formaciones independentistas con más peso ha sido el papel que ha de jugar el Consell per la República, que dirige Puigdemont desde Waterloo.

La CUP asegura que la gente “no entiende” las desavenencias de ERC y JxCat para formar Govern

Aragonès dejó abierta la puerta a seguir negociando con los juntistas después de la investidura para que, a lo largo de la legislatura, el Govern monocolor de los republicanos se pueda transformar en una coalición con JxCat.

Por su parte, Sànchez indicó que todavía hay tiempo para que ERC y JxCat se puedan poner de acuerdo, aunque remarcó que no van a dificultar la investidura de Aragonès en caso de que consiga los apoyos de la CUP y de los comunes. A este respecto, se abrió a ceder cuatro votos para que el nombramiento del presidenciable republicano pueda prosperar en el Parlament. Sànchez insistió en que su partido “no especulará” con nuevas elecciones.

En paralelo, Eulàlia Reguant, diputada de la CUP, avisó de que es “incomprensible” el bloqueo provocado por las desavenencias entre republicanos y juntistas, y exigió un “compromiso de todo el independentismo” porque la gente “no entiende” qué está pasando. En esto mismo incidió Carme Forcadell, expresidenta del Parlament, que ve riesgo de “desentendimiento” popular.

Puigdemont replica a esquerra que "no nos vamos a dejar pisar"

Carles Puigdemont advirtió ayer que JxCat no se va a dejar “pisar” y que ha de tener un papel “relevante, fuerte y decisivo” en el proceso de independencia de Catalunya. Después de la apuesta de ERC por un Govern en solitario ante las desavenencias con los juntistas y la “imposibilidad” de cerrar un acuerdo, el ahora eurodiputado lanzó un “aviso a todos aquellos que nos han despreciado como fuerza política o como propuesta estratégica”.

“No nos dejaremos pisar”, sentenció. Asimismo, destacó que “no hemos venido a hacer política para aplazar las respuestas a las necesidades de Catalunya” y espetó que “darán batalla desde donde sea necesario para conseguir la independencia del país, sin eufemismos ni complejos”. “Nos querían rendidos los unos y los otros y aquí estamos, en una posición de firmeza, con convicciones y con lealtad al país y a su gente”, concluyó.

Puigdemont pronunció estas palabras en la clausura del congreso extraordinario que celebró ayer y el viernes JxCat a fin de reforzar su estructura interna y preparar su despliegue por Catalunya, una vez el nuevo partido ha consumado el divorcio con el PDeCAT. A este respecto, Anna Erra, única candidata que había logrado los avales necesarios para presentarse, fue designada como presidenta del Consell Nacional. Erra, próxima a Puigdemont, es también alcaldesa de Vic y diputada en el Parlament. Recibió el apoyo del 72% de la militancia.

Por otra parte, Josep Pagès fue elegido como defensor del afiliado. Con todo, Puigdemont sostuvo que aspiran a ser “el gran espacio central del independentismo efectivo, de los hechos y de la no renuncia”.