ANIVERSARIO PROTESTAS
Diez años de los “indignados”
El movimiento 15-M cumple una década con muchas de sus reivindicaciones por cumplir || La Puerta del Sol acoge hoy actos para conmemorar la fecha
La indignación del movimiento 15-M llenó en 2011 las calles de Lleida.
Hoy se cumplen diez años del estallido en 2011 del movimiento 15-M, que llevó a miles de personas, en su mayoría jóvenes, a tomar plazas y calles en todos los puntos de España para protestar contra los recortes en políticas sociales que acarreó la crisis económica de 2008. Los “indignados” reclamaban una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP y cambios en las políticas sociales y económicas, como el derecho a una vivienda digna o mejoras salariares. Pero, una década después, parece que todavía quedan muchas cuentas pendientes.
La primera concentración, que se gestó a través de las redes sociales y sin ninguna gran organización formal detrás, surgió en Madrid y terminó con una acampada en la mítica plaza de la Puerta del Sol, que la policía intentó desalojar a la fuerza. Pero el tendido de tiendas se empezó a imitar en diversas ciudades, como en la plaza Catalunya de Barcelona o en la plaza Ridard Vinyes de Lleida.
Los acampados se dividieron en varias comisiones, hacían debates y asambleas y pusieron en común reivindicaciones y estrategias de lucha. De allí salieron fortalecidas plataformas como la PAH o las mareas de pensionistas, sanitarios o docentes. La Puerta del Sol acogerá hoy una serie de actos para recordar el movimiento.
En 2011 los “indignados” de Lleida tomaron las calles y acamparon en la plaza Ricard Vinyes
Pese a que aún quedan muchas de esas reivindicaciones por lograr, activistas del movimiento y expertos, coinciden en destacar que durante aquellas manifestaciones sí que se produjo un cambio, sobre todo a nivel político, aunque no de manera inmediata. En 2014 Unidas Podemos, partido surgido de esas protestas, sacó cinco eurodiputados en las elecciones europeas y en las municipales y autonómicas de mayo de 2015 la formación morada logró hacerse con alcaldías en grandes ciudades como Barcelona, Badalona o Madrid, y Cs, contrario al movimiento, y la CUP también obtuvieron buenos resultados en ayuntamientos importantes. El 15-M logró así irrumpir en las instituciones.
La indignación del movimiento 15-M llenó en 2011 las calles de Lleida.
