CRISIS MIGRACIÓN
La normalidad vuelve a Ceuta, que centra ahora la atención en la acogida de menores
Las autoridades ceutíes buscan la fórmula para fomentar el reencuentro con sus padres de los que cruzaron la valla || Actualmente están acogidos en naves y polígonos habilitados cerca de 850 niños
La frontera entre España y Marruecos en Ceuta amaneció ayer calmada tras la decisión de Rabat de cerrar sus fronteras después de que entre el lunes y el martes llegaran a la ciudad autónoma unos 8.000 migrantes, de los que 6.000, según informó el ministerio de Interior, ya han sido devueltos.
Pese a que el flujo de personas en el paso fronterizo de Tarajal era ayer casi nulo, la llegada de más de un millar de menores a principios de semana es lo que centra ahora la crisis migratoria abierta los últimos días, ya que no pueden ser retornados a sus países a no ser que sean reclamados por algún familiar. A los 850 menores acogidos que llegaron a cruzar la frontera, el más pequeño de 4 años, se suman los 230 que había en el centro para jóvenes La Esperanza, y las autoridades consideran que hay cientos de ellos más que no están en ninguno. Por el momento la ciudad autónoma ha habilitado un albergue provisional, donde hay doscientos, y en una nave que acoge a 650.
Del los 8.000 migrantes que cruzaron la frontera, Interior asegura haber devuelto ya a Marruecos a 6.000
Así pues las autoridades ceutíes están centradas ahora en la atención de estos menores. En primer lugar intentan lograr una reagrupación familiar, es decir devolver a sus progenitores a aquellos niños que han sido reclamados. Desde el lunes muchas familias marroquíes han hechos llamamientos a través de redes sociales o televisiones para volver a reencontrarse con sus hijos menores de edad, que habrían cruzado la frontera.
En el caso de que no los reclame nadie y deban ser acogidos por Ceuta, se les realizan pruebas para la detección del coronavirus y, en algunos casos, otras para determinar si tienen menos de 18 años. Según varias voluntarias que han estado atendiendo a estos desde su llegada, muchos lo hicieron engañados, ya que les dijeron que en la ciudad española podrían ver a grandes futbolistas.
Para liberar espacio y acoger a los que han llegado, el Gobierno y las comunidades han acordado el reparto de 200 plazas, con Galicia y Madrid como las que más acogen, con veinte cada una. En Andalucía, donde se acogerán a 13, Vox anunció que retiraba su apoyo al Gobierno regional.
Debido a que Marruecos aseguró que aceptaría a todos los adultos devueltos, la policía ceutí se dedicó también a hacer batidas para localizar a los que deambulaban por las calles y retornarlos. Aunque muchos decidían irse de manera voluntaria.
La situación en la frontera marroquí también fue tranquila tras una noche de disturbios entre policía y migrantes que se sentían engañado.
MADRID/RABAT
La tensión diplomática entre España y Marruecosn, que el miércoles pareció rebajarse cuando Rabat decidió cerrar sus fronteras, volvió ayer a subir de tono. La ministra de defensa, Margarita Robles, acusó al país vecino de estar sometiendo a España a un “chantaje” en la frontera con Ceuta vulnerando las normas del derecho internacional y advirtió que eso no lo van a aceptar.
“La integridad de España no es negociable ni está en juego y vamos a usar todos medios necesarios para garantizar la integridad territorial y vigilar las fronteras”, aseveró. En este marco, acusó a Marruecos de “utilizar” a niños para ejercer presión.
Asimismo defendió la decisión de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, de acoger en España al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por razones humanitarias (hospitalizado en Logroño por Covid), defendiendo que eso es “un componente más del derecho internacional”.
El Gobierno marroquí, que hasta ahora no se había pronunciado y que no da por zanjada la crisis abierta por la acogida de Ghali, aseguró que está a la espera de “actos” que vayan más allá de “palmaditas en la espalda”. En esta línea, el ministro de Exteriores del país, Naser Burita, informó de que la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, llamada a consultas el pasado martes a Rabat, “no regresará mientras dure la crisis, y la crisis durará mientras continúe su verdadera causa”, en referencia a Ghali.