CRISIS EUROPA DEL ESTE
El líder bielorruso avala el aterrizaje forzoso y arremete contra Occidente
Asegura que le comunicaron una amenaza de bomba desde Suiza, algo que ese país niega|| Acusa a la comunidad internacional de iniciar una “guerra moderna”
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, jusificó ayer el aterrizaje forzoso que tuvo lugar el domingo en Minsk de un vuelo de Ryanair, que cubría la ruta entre Atenas y Vilna, en el que se detuvo a un disidente Roman Protasevich, y aseguró que su intención era evitar “un pequeño Chernóbil”, algo que “cualquier otro país soberano hubiera hecho, como Estados Unidos”.
El presidente bielorruso afirmó contundente que la maniobra sobre el avión fue legal. “Respondimos adecuadamente a la información recibida”, remarcó, refiriéndose a la supuesta amenaza de bomba que “llegó de Suiza” y que, según él, fue recibida a la vez por los aeropuertos de Atenas, Vilna y Minsk. Pese a su insistencia en este punto, las autoridades de Suiza negaron que el país informara el domingo a Bielorrusia de que existía una amenaza de bomba a bordo del vuelo que fue forzado a aterrizar.
Siguiendo esta línea, el mandatario respaldó también el arresto de Protasevich, que tuvo un papel protagonista durante las protestas en favor de la democracia del pasado verano, asegurando que el periodista, de 26 años, es un “extremista” que planeaba junto a sus cómplices “iniciar una masacre y una revuelta sangrienta en Bielorrusia”.
Asimismo, Lukashenko acusó a la comunidad internacional de traspasar “muchas líneas rojas” y los “límites del sentido común y la moral humana” en lo que considera una “guerra moderna híbrida” contra el país, si bien instó a evitar que se convierta en un conflicto bélico. Con todo, amenazó con tomar medidas “duras” ante nuevas sanciones y provocaciones por parte de Occidente. “Reaccionaremos con dureza a todo tipo de sanciones, ataques y provocaciones, pero no porque queramos armar una riña en el centro del continente, sino porque Occidente no nos deja opción”, amenazó.
La UE, EEUU y otros países ya han condenado en términos contundentes el desvío del avión y su aterrizaje forzoso y han exigido a Bielorrusia liberar a los detenidos. Además, desde Bruselas han llamado a cerrar el espacio aéreo comunitario para los aviones bielorrusos, así como evitar los vuelos europeos sobre ese país.