Masiva protesta en Perpinyà en defensa del catalán

Más de 2.000 personas se manifestaron ayer en Perpinyà contra la decisión del Tribunal Constitucional galo de derogar, a propuesta de 61 diputados de la Asamblea francesa, algunos de los artículos de una ley para la defensa de las lenguas minoritarias que se hablan en el territorio, entre las que se encuentran el catalán, el euskera o el bretón. De hecho, uno de los artículos censurados por el Constitucional es el referente a la inmersión lingüística, ya que considera que la lengua vehicular en la escuela debe ser el francés, idioma oficial en la república.

Bajo el lema “‘61 diputats posen en perill la llengua catalana, l’ensenyament en català és un dret”, los asistentes reclamaron que se mantenga el texto legislativo original, que aprobó la misma Asamblea de Francia por amplia mayoría, y reivindicaron estas lenguas como un “patrimonio” del estado galo.

A la marcha asistieron directores de escuelas públicas que enseñan catalán y también la asociación cultural La Bressola, además de alcaldes y familias que cargaron contra el Ejecutivo de Emmanuel Macron, a quien consideran “cómplice”, ya que la mayoría de diputados que pidieron la revisión son de su partido.

Los asistentes a la protesta dejaron claro que la educación es un actor “clave” para poder mantener vivas las lenguas minoritarias como el catalán, el bretón, el occitano o el euskera en el territorio.

Laura Borràs, Dolors Sabater y Monte Bassa viajaron a Perpinyà para participar en la marcha

Además de los cientos de ciudadanos de la Catalunya del Norte, hasta Perpinyà también se desplazaron personas de la parte sur que quisieron apoyar la marcha. Entre ellos estaban la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que defendió que las lenguas “siempre son una riqueza” y que “los estados que no lo reconocen tienen un problema”. También estuvieron presentes la diputada de la CUP en el Parlament Dolores Sabater, acompañada de otros integrantes del partido, y la diputada del Congreso de ERC Montse Bassa.

Los manifestantes marcharon por el centro de la ciudad, desde la plaza Catalunya hasta el Castellet de Perpinyà.