Llach califica los indultos revisables de “chantaje” por parte del Estado

El cantautor, escritor y exdiputado Lluís Llach afirmó ayer en Lleida que ve como un “chantaje” los indultos que quiere conceder el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, a los presos independentistas. “El propio Estado los define como un chantaje diciendo que son revisables”, remarcó, y añadió que le “sorprenderá que consigan darlos”.

Argumentó que las fuerzas de derechas, que han iniciado una campaña en contra, pondrán al PSOE en un compromiso interno, porque es una podredura, en el término vitivinícola, que funciona desde hace 40 años”. “Y si lo consiguen, que no esperen agradecimiento.

Van con mucho retraso y nuestro objetivo es la amnistía, la autodeterminación y, si ganamos, la independencia”, incidió, aunque apuntó que “si hace que el café de la mesa de diálogo sea mejor para todos, fantástico”. No obstante, Llach dijo que no cree “nada” en esta mesa, “pero han ganado los que creen, se nos pide dos años de paciencia y parece que está de acuerdo desde el centroderecha hasta la extrema izquierda”.

“Será bueno que veamos el termómetro democrático del Estado español y que Europa, que piensa que tenemos un Gobierno muy dialogante, vea de qué va en realidad la mesa. Lo máximo que nos puede ofrecer son dos años de una represión no tan fuerte como sería la de la ultraderecha”.

Asimismo, alertó de que la mesa no haga “perder la visión de que nos hemos de preparar para un embate muy fuerte que nos vendrá encima”. “Tengamos paciencia, pero sin dejar de prepararnos, que no nos cojan con el arco destensado.

La mesa no tendría que sacar de su responsabilidad a los partidos independentistas de prepararse muy seriamente por si fracasa. Y parece que tanto en Delfos como las brujas de Inglaterra dicen que no irá bien”, ironizó.

Además, le parece “fantástico” que Oriol Junqueras participe en la mesa porque tiene “todo el derecho” como vicepresidente legítimo antes del 155, presidente de ERC y “damnificado”.

Encuesta para saber “qué país queremos” Llach presentó ayer en el Rectorado de la UdL el proceso participativo que impulsa Debat Constituent para recabar la opinión de los ciudadanos sobre cómo deberían ser “los cauces constitucionales del nuevo país” y establecer unas conclusiones que se presentarán en el Parlament. Fue creado bajo el paraguas del president Quim Torra, pero se independizó en 2019.

Explicó que “tenemos una maquinaria informática que permite que la gente vaya definiendo a través de un cuestionario de 104 preguntas en una web qué queremos ser y cómo”, y señaló que esperan acabar el proceso participativo en diciembre. Dijo que las respuestas serán anónimas y solo quedará registrada la edad, población y sexo, de modo que “tendremos un mapa sociológico para dar instrumentos para que quien tenga que hacer la constitución, sepa qué quiere la ciudadanía”.

Detalló que “no pretende ser un instrumento para la independencia, y si lo es, será por la voluntad de la gente” y apuntó que en las preguntas parten “de un estado federal, no autonómico”.