Estudiantes se enfrentan a 8 años y medio por disturbios

Trece estudiantes, miembros del Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC), se enfrentan a ocho años y medio de cárcel y a multas de hasta 11.000 euros acusados de haber perpetrado actos vandálicos y destrozos en sucursales bancarias y una tienda durante una manifestación estudiantil en 2017 convocada en Barcelona contra la subida de las tasas universitarias.

En la primera sesión del juicio, que se inició ayer y acabará hoy, la defensa cuestionó la identificación de los jóvenes, acusados de los delitos de desórdenes públicos y daños, ya que la mayoría fueron localizados a través de las redes sociales y gracias a imágenes de protestas anteriores, según confirmaron dos agentes de los Mossos d’Esquadra, que explicaron que identificarlos “in situ” fue imposible puesto que se habían cambiado de ropa y se taparon la cara. Tras la afirmación de los agentes, la defensa pidió retirar de la causa todos los audiovisuales, ya que podrían estar “editados”.

Asimismo los acusados denunciaron persecución de los Mossos a miembros del SEPC y “la orgía punitiva” de la Fiscalía, que tiene como objetivo “la sociedad organizada y el derecho a la protesta”.